Francisco recibió hoy como regalo un vehículo de edición especial fabricado por la casa armadora italiana Lamborghini y ordenó que sea subastado para financiar obras de caridad a nivel internacional.
El pontífice argentino recibió esta mañana en su residencia de Santa Marta a la cúpula de la automotriz de lujo, que le obsequió “una edición única del modelo Huracán”, un automóvil que en su versión tradicional cuesta desde 230.000 euros.
Antes de presidir su audiencia pública de los miércoles, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa bendijo el Lamborghini Huracán color papal (blanco con franjas doradas), en una plazoleta ubicada frente a su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta.
Según informó la oficina de prensa del Vaticano, Jorge Bergoglio decidió subastar el auto a través de la casa Sotheby’s y repartir lo recaudado en tres proyectos humanitarios.
Parte de los fondos que se obtengan con la subasta en Sotheby’s se destinarán a la reconstrucción de las comunidades cristianas de Irak devastadas por el grupo extremista Estado Islámico. El objetivo es permitir que los cristianos desplazados “puedan regresar por fin a sus raíces y recuperen su dignidad”, explicó el Vaticano.
También serán beneficiadas con este dinero recaudado la comunidad papa Juan XXIII, que ayuda a mujeres víctimas de la trata y la prostitución y dos organizaciones italianas que prestan ayuda humanitaria en África, especialmente a mujeres y niños.
El precio mínimo del Huracan, que llegó al mercado en 2014, suele rondar los 183.000 euros. La edición especial fabricada para la labor benéfica papal está valuado en 230 mil euros.