“El señor y la señora Dursley, de Privet Drive número 4, estaban orgullosos de decir que eran muy normales. Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías”. Así empieza la historia del éxito editorial más renombrado de la historia.
Hace 20 años, apenas hubo 500 copias de tapa dura de Harry Potter y la Piedra Filosofal impresas en la primera edición en 1997, de las cuales 300 fueron a bibliotecas y las otras fueron vendidas a precio accesible. Hoy, si alguien encuentra a uno de estos libros de la primera edición (la línea de impresión en la página de copyright es 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1) tendrá una fortuna en sus manos en forma de libro.
La autora era una desconocida J.K Rowling. El libro se convirtió en una saga que lleva vendidos 450 millones de libros en 79 idiomas y todos tienen su película.
En esta época de popularidad de las pantallas en sus muchas formas, algunos expertos sugirieron que los niños habían perdido el deseo de leer. Pero entonces Rowling agitó su varita mágica y los niños concurrieron de repente a las librerías en masa, las bibliotecas tenían listas de espera para los libros de Potter y los chicos pidieron a sus padres quedarse un rato más despiertos para terminar un capítulo más.
A tal punto llega la influencia de Harry Potter en nuestra sociedad que hace unos años, el ex Primer Ministro británico Gordon Brown, afirmó que “J. K. Rowling ha hecho más por la literatura que ningún otro ser humano” .
La saga –que completan La cámara secreta (1998), El prisionero de Azkaban (1999), El cáliz de fuego (2000), La Orden del Fénix (2003), El misterio del príncipe (2005) y Las Reliquias de la Muerte (2007) – elevaron los índices de lectura en el Reino Unido. Aunque fue un fenómeno global y hasta lo señalan como el puntapié inicial del boom actual en literatura juvenil.
De hecho, se ha generado una horda de fanáticos de la saga que parecen saber más que la propia autora. Por ejemplo, en Harry Potter y el Cáliz de Fuego, Harry está peleando un duelo con Voldemort cuando accidentalmente hace algo (Priori Incantatem) que hace que la varita del Señor Oscuro irradie, en orden inverso, imágenes espectrales de la gente que él mató.
El padre de Harry, James, aparece antes que su madre, Lily – cuando, según la historia establecida, murió en el proceso de tratar de ayudar a su esposa y su hijo a escapar. Los aficionados especularon febrilmente sobre si JK Rowling estaba configurando alguna táctica astuta. Ella finalmente admitió que era un error (Erratum Cockupis Normalis), debido a la “fatiga del escritor de noche”. El texto fue corregido en ediciones posteriores.
Para celebrar este cumpleaños tan especial, el personaje se convertirá a partir de esta semana en el centro de muestras y ediciones especiales. La más esperada es la que presenta –desde octubre- la Biblioteca Británica de Londres: una muestra antológica, titulada Harry Potter: Una historia de magia, que podrá verse hasta el 28 de febrero de 2018.