Para que se mantenga en buen estado y conserve sus stándares de seguridad, un auto requiere algunas tareas periódicas de mantenimiento. Desde el habitual cambio de aceite y filtros hasta cuestiones más complicadas vinculadas al motor, los frenos o la suspensión, hay cuidados o “retoques” que son un clásico: cambiar el limpiaparabrisas del coche es uno de ellos. Y es muy sencillo: no vale la pena gastar dinero en un taller. Te enseñamos cómo.
Tené en cuenta que, en los días de lluvia, buena parte de la seguridad al conducir está dada por este sencillo dispositivo. Un limpiaparabrisas en mal estado puede restar visibilidad y poner en riesgo a quienes van dentro del vehículo. Por eso es clave detectar qué parte se rompió y cambiarla o repararla. ¿Qué debés chequear? En general, tres cosas:
- Escobillas limpiaparabrisas.
- Brazo limpiaparabrisas.
- Motor del limpiaparabrisas.
La seguridad de ver y ser visto
El 90% de la información que necesita nuestro cerebro para tomar las decisiones necesarias para poder conducir lo recibe a través del sentido de la vista. Ver y ser visto es algo imprescindible para poder conducir con seguridad. Aunque tengamos una visión perfecta, no nos servirá de nada si nuestro parabrisas no nos permite ver lo que hay delante de nuestros ojos. Para ello, es importantísimo que las escobillas del coche estén en buen estado.
No te preocupes: vas a notar inmediatamente cuando los limpiaparabrisas no estén funcionando correctamente, ya que el cristal aparecerá con suciedad en algunas zonas aunque acabes de ponerlos en marcha. De todos modos, para tener una referencia, lo más recomendable, si no hay algún problema antes, es que los cambies cada 2 años.
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Cómo cambiar escobillas limpiarabrisas en 5 pasos
Las escobillas limpiaparabrisas están compuestas por una estructura metálica con un anclaje al brazo limpiaparabrisas, una goma con un filo que barre el cristal y unas láminas metálicas que mantienen la goma estirada y con cierta elasticidad para adaptarse a las formas del parabrisas.
Lo más normal es que falle el caucho de la propia escobilla, pero también se desgasta el anclaje al brazo del limpiaparabrisas y hace que vibre y limpie mal. Si es así, deberemos cambiarlo aunque la goma esté en perfecto estado.
Te contamos cómo cambiar el limpiaparabrisas paso a paso:
1) Comprar las escobillas específicas para tu auto
Es demasiado obvio decir que lo primero que tenés que hacer es ir a comprar las escobillas nuevas, pero no es tan imprudente aclarar que antes de ponerte a cambiar nada, revises que hayas comprado el juego de escobillas adecuado: es decir, la misma marca y modelo.
Cada modelo utiliza unas en concreto y hay que sustituirlas por otras similares. Para saber si son compatibles, debés comprobar que las longitudes y anclajes sean correctos.
2) Poné los limpiaparabrisas en posición
Para comenzar encendé el coche y accioná los limpiaparabrisas para que queden en posición vertical. Una vez que lleguen, apagá el motor del vehículo. El objetivo de esta tarea es que queden levantados y vos puedas realizar la operación de cambio fácilmente, minimizando el riesgo de daños o rayones.
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3) Retirar las escobillas usadas
Ahora, para cambiarlos, tenés que tomar el brazo limpiarabrisas móvil de una de las escobillas, apretar la pestaña que suele tener para sacarlas y tirar de ella para desencajarla. No necesitarás ninguna herramienta adicional, solo un poco de maña y ejercer algo de presión. Considerá que cada modelo tiene una forma distinta de extracción, por lo que lo más recomendable es que consultes con detalle el manual de instrucciones de tu auto.
4) Colocar las nuevas
Una vez que hayas retirado las escobillas usadas, solo queda terminar el trabajo colocando las nuevas. Para eso, tenés que realizar el paso anterior pero a la inversa. Deberás insertar la nueva hasta que encaje a la perfección y chequear que, por mucho que tires de ella, no salga si no presionás la pestaña.
5) Verificar que funcionen correctamente
El último paso de este procedimiento es el que implica controlar que todo haya quedado en perfecto estado y listo para funcionar correctamente. Considerá que no vas a accionar de nuevo el limpiaparabrisas hasta que lo necesites porque está lloviendo o porque debés lavar el parabrisas con el agua del sapito. Y, si algo quedo mal, va a complicarte la conducción y ponerte innecesariamente en riesgo. Para evitar ésto, poné en marcha el auto y encendé el limpiaparabrisas. Probalos a diferentes velocidades y usando agua. Cuando compruebes que todo va bien, ya habrás terminado.
Una última recomendación: no es conveniente cambiar solo una escobilla. Cuando tengas que renovar una, retirá las dos antiguas y colocá las dos nuevas.
Motor del limpiaparabrisas
Hay otro elemento que es fundamental para que la limpieza del parabrisas pueda realizarse sin problemas, y que no es tan conocido. Hablamos del motor del limpiaparabrisas. Este dispositivo es el propulsor que pone en movimiento los brazos del limpiaparabrisas, donde están fijadas las escobilla. Si el motor del limpiaparabrisas está roto, de nada nos servirá tener las escobillas en perfecto estado, ya que será imposible ponerlas en funcionamiento.
Cómo cambiar el motor del limpiaparabrisas
La instalación de una nueva pieza se realiza en etapas. Hay que realizar las siguientes acciones:
- Al igual que para el recambio de las escobillas, en este caso también debemos ajustar la posición de las hojas y ponerlas en vertical.
- Luego debemos quitar los brazos de los limpiaparabrisas, separando las tapas de la base de los mismos, así como las tuercas que sujetan los brazos a los ejes. Es fundamental que en este paso etiquetes los brazos del pasajero y del conductor para que puedan instalarse en la misma posición, ya que no son intercambiables y, si confundís, andarán mal.
- A continuación, hay que desatornillar las fijaciones. Esto va a variar dependiendo del modelo de nuestro auto. Tras este paso, corresponde desconectar el cable de polaridad inversa de la unidad de alimentación.
- Desconectamos el cableado del motor del limpiaparabrisas, separando el conector del cableado de plástico. Retirá los tornillos o elementos de fijación que sujetan el motor del limpiaparabrisas a la carrocería del vehículo. Sacá el motor del cuerpo y después retira la tuerca que conecta el eje del motor al enlace del limpiaparabrisas. Ahora solo queda quitar el motor.
- Para finalizar, solo queda colocar el nuevo motor del limpiaparabrisas en posición y volver a conectarlo al enlace del brazo del limpiaparabrisas. Después, volvemos a colocar las piezas de fijación. Conectamos nuevamente el conector del cableado de plástico en el cableado del motor del limpiaparabrisas y acomodamos los brazos del dispositivo tal como estaban cuando empezamos la operación de recambio del motor.
Para terminar, recordá que lo recomendable es sustituir las escobillas una vez al año o cuando comienzan a mostrar signos de que ya han llegado al final de su vida útil. Si vemos que no barren bien porque dejan franjas o superficies veladas en el campo de visión o si detectamos que hacen ruido al “barrer” el vidrio, significa que debemos renovarlas.
Si cuidás estos “detalles”, evitarás gastos más abultados, como cambiar el parabrisas o terminar en el chapista o el hospital por un choque. Prevení y tené el auto siempre listo para salir a la ruta.
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