Una de las tantas ventajas que nos concede la innovación tecnológica es que aparecen innumerables proyectos y entre tantos, siempre hay alguno que nos sirve, nos resulta interesante o nos aporta algo que estábamos necesitando.
Y entre esas destacan sin duda aquellas que de un modo dinámico y entretenido vienen a dar respuesta a una demanda que lleva mucho tiempo. Ese es el caso de Lingosongs, una aplicación que permite aprender un idioma no yendo a clases ni memorizando listas de palabras o verbos, sino escuchando a Bruno Mars, Ed Sheeran, Chris Martin o Justin Bieber.
Ramiro Durini, Federico Guaglianone y Sergio Aguirre son los desarrolladores de esta startup que ofrece un servicio para aprender y practicar idiomas a través de las letras de músicos populares. Con un método similar a un karaoke, la herramienta tiene un sistema de evaluación, da devoluciones con los puntos a mejorar y tiene contenidos en español, portugués e inglés.
Este grupo de emprendedores ya había trabajado en conjunto en otros proyectos de educación. “Desarrollamos soluciones…Hay un análisis profundo y cada uno aporta su experiencia”, explica Durini, y agrega que para la nueva empresa recibieron US$ 50.000 por parte de Overboost y Warner y, además, obtuvieron apoyo de su fuerza comercial, derechos y licencias de las canciones: “Ellos ya están establecidos en el mercado y eso te permite un crecimiento que para una start up es muy difícil de alcanzar”.
Todavía en fase piloto, la empresa apuesta a un modelo mixto de negocio. Por un lado, suscripciones, con un costo de US$ 6 mensuales, y por otro, ofreciendo el producto a través de operadoras de telefonía. “La prueba del producto fue con 2000 usuarios. Pero no buscamos mucha cantidad al principio. Para fin de año vamos a salir con cuatro operadoras, por lo que vamos a poder estar en varios países de la región, principalmente en Brasil, donde está nuestro foco”, afirma Durini.
Hasta el momento tienen 200 videos disponibles con traducciones y el objetivo es cargar 50 nuevos por mes. Los elegidos son los más escuchados en Spotify o YouTube, y para el usuario las actividades incluyen ejercicios con multiple choice o juegos para completar palabras. “Escuchar música involucra la misma zona del cerebro que para aprender idiomas”, sostiene Durini.