¿Qué propone “El Pequeño Gran Libro del Tarot”?
Un acercamiento claro y práctico al mundo esotérico, un mundo que a las mujeres les encanta, a los homosexuales les resulta prácticamente un estilo de vida y a los varones les fascina por su lado oculto y mágico, que no logran comprender.
¿A quiénes está destinado?
A las personas intuitivas que sientan que son “brujas/os naturales”, esas que llaman lo amigos y le dicen: ¿Cómo sabías? O “vos me lo dijiste!”.
Hablas en el libro de separar a las brujas buenas de las brujas malas. ¿A qué te referís?
Una vez que tienes conocimiento del poder del mundo esotérico hay dos caminos: el bueno y el malo. El bueno es el de trabajar en consultorio, recomendar que las personas usen los rituales para su crecimiento personal. Y, el malo, es atender gente todo el tiempo y hacerlos volver, trabajar con brujerías y hacerles creer a los demás que tienes el PODER de saber lo que va a pasar y por eso deben consultarte. Por lo general, se distinguen fácilmente: la bruja buena es BELLA, irradia luz , la bruja mala es OSCURA, se ve en el semblante…
¿Qué son los hechizos?
Son pedidos al universo mediante un objeto que represente el mismo y una afirmación que lo potencie.
¿Es algo que nos hacen o que podemos hacer?
Sí, siempre que tengas FE.
El libro refiere a la compatibilidad de los signos. ¿Cuáles son los más compatibles y cuáles, los menos?
En líneas generales, compatibilizan con pasión los signos del mismo elemento, es decir, todos los de fuego entre sí, y así los demás elementos. Los opuestos complementarios son agua con tierra y fuego con aire. Y lo difícil, que lleva más tiempo pero en el que el amor es fundamental, son el agua y el fuego.
A su vez, los que generan grandes ideas productivas a pesar de tardar en ponerse de acuerdo son tierra y aire.
¿El libro enseña a tirar el Tarot?
Sí, de una manera supersencilla y haciéndote sentir al Tarot dentro de tu vida cotidiana. Por ejemplo, si sale la emperatriz, seguramente te enterarás de que estás embarazada o que alguien muy cercano lo estará.
¿Todos podemos aprender?
Sí.