Irene Villa es periodista, escritora, psicóloga, conferenciante y deportista. En 1991, cuando tan solo tenía 12 años, a Irene Villa le cambió la vida con un atentado de ETA en el que perdió parte de sus extremidades. A pesar de ello, jamás perdió la sonrisa y consiguió salir adelante con mucho positivismo y fuerza, la misma que le ha ayudado a superar las secuelas psicológicas y físicas porque, como ella misma afirma, “la clave es transformar los problemas en lecciones de vida y aprendizaje”.
El amor por la Psicología positiva sí le viene de niña porque siempre intentó ayudar a los demás y si una niña lloraba en el patio allá ella iba a sacarle una sonrisa.
¿Cuál es tu posición sobre los movimientos feministas actuales?
Lo que siempre quisimos fue igualdad de oportunidades. Porque siempre fuimos por detrás en derechos, o se nos tachaba de “sexo débil”, algo que produce risa por estar tan lejos de la realidad. Hemos demostrado una fortaleza mental más productiva y potente que la física. Pero al margen de las diferencias que un cerebro fisiológicamente más conectado que el masculino nos ofrece -hay cosas que hacemos mejor nosotras y para ciertas tareas poseen más destreza ellos-, la superioridad no recae en un sexo sino que está bien repartida. Por fin el machismo queda desmontado pero que no se inviertan las tornas, es decir que nadie es más que nadie.
Queremos una sociedad en la que no importen las condiciones ni identidades para cumplir sueños
¿Podrías mencionarme alguna barrera que sientas que no podés afrontar? Aquello que sí te ha frenado… Pareces imparable (y elogio eso), pero imagino que también hay fiascos, que no eres invencible.
La pérdida es justo aquello capaz de partirte el alma en dos y despedazarte. Es más, creo que perder a una de mis mejores amigas el año pasado por un cáncer ha sido lo más doloroso y difícil de abrazar. A veces siento que sigo haciendo el duelo. Pero hemos de soltar y dejar ir a quienes el destino hace que se tengan que ir antes de tiempo.
Me siento asociada a tu buen humor. Irradias eso y con la sonrisa o con el pequeño chiste sales o enfrentas las situaciones. Qué valor crees que tiene el humor en lo cotidiano? Qué consideras que obstaculiza o no es útil?
El sentido del humor, que es el que nunca ha de faltar, me ha salvado de muchas! Lo que obstaculiza está en el polo opuesto: la mala actitud, el miedo y el ego.
¿Cómo te sientes como mamá? ¿Qué tipo de madre eres? ¿Qué te importa dejar en tus hijos?
Somos responsables de cómo afronten nuestros hijos su vida y sus dificultades así que trato de empoderarlas dándole autoestima, fomentando su resiliencia y entusiasmo pero sin allanarle el camino, prefiero enseñarles a levantarse que no dejar que se caigan.
Cuéntame el lado negativo del optimismo.
¡Son todo ventajas! Porque nos ayuda a ver más posibilidades que limitaciones. Las circunstancias no tienen poder sobre nosotros, sin embargo, lo que nos decimos o pensamos acerca de esas circunstancias, sí.
Ser optimista no es ser ingenuo, cándido, no significa vivir ciegamente, sino confiar en uno mismo, en lo que está en nuestra mano, enfrentándonos a las dificultades, superando los miedos y abriendo nuevos caminos sin perder de vista ese motor vital tan fuerte como es la esperanza.
Podés leer: Rota se camina igual: una maravillosa invitación a resignificar las heridas
Tienes una fuerte posición tomada frente a ETA. ¿Puedes definírmela, explicármela aunque lo hayas hecho muchas veces? Porque tal vez en Argentina no lo tenemos tan claro.
Se creían héroes liberadores y condenaron a miles de familias a vivir desmembradas.
Siempre se nos pidió generosidad, pasar página… cumplimos nuestra parte, pero lo que no se podrá hacer jamás es enterrar la memoria de tantos inocentes acribillados a tiros. Por eso las famosas series sobre Eta son necesarias.
Tras ver los 8 capítulos casi ininterrumpidamente de El Desafío: ETA (“un verdadero thriller con secuencias de acción que erizan el vello”) con mucho dolor, indignación, impotencia… y muchas lágrimas, creo que es esencial recordar todo lo que aquellos asesinos fueron capaces de hacer.
“Patria” de Fernando Aramburu, fue un éxito rotundo desde que se publicó en 2016. La serie del mismo nombre basada en dicha novela, que puede verse a través de la plataforma digital HBO, provoca controversia en quienes interpretan un intento de blanquear aquellos actos sanguinarios. Desde mi punto de vista es un documento fiel a una realidad que encoge el alma.
¿Por qué crees que es un problema de tan compleja solución? ¿Será tal vez que los costos políticos son demasiado pesados o va más allá?
Son muchos los que opinan que ETA no dejó de matar por convicción moral, sino por estrategia. Por eso su entorno continúa sin condenar la violencia, porque reconocen su utilidad.
Podés leer: 7 cosas que me enseñaron mis pacientes terminales y que me ayudan a vivir mejor
Hay ciertos odios que parecerían ser réplica de ETA con sus propios matices en distintos lugares del mundo. Crees que tu posición podría trasladarse a esos otros “odios”
Ojalá todos fueran capaces de calmar su ira y perdonar, que no es olvidar, sino el paso previo a poder caminar por la vida en paz y sin cargas emocionales. Después, un profundo y poderoso sentimiento de agradecimiento es el que nos gobierna, mágicamente.
¿Nos hemos vuelto más vulnerables a ciertos ataques o estamos experimentando versiones similares de lo mismo?
Vuelvo a la educación de nuestros hijos: hemos de hacerles inasequibles al desaliento y cero vulnerables a las críticas destructivas. A palabras necias: oídos sordos.
Por Flavia Tomaello. Instagram @flavia.tomaello
Podés leer: Cómo lograr Lunes Felices: una invitación a soltar lo que nos hace mal