¿Cómo surge la idea de hacer un libro sobre cocina italiana, y con una edición tan bella a nivel diseño y fotografía? ¿Cómo se produjo?
La idea nació como un sueño. Después de hacer tres libros con la editorial Sudamericana mi editor, Marcelo Panozzo, me preguntó cuál me gustaría que fuese el próximo título y yo no lo dudé. Le dije que mi sueño era viajar a Italia, vivirla desde adentro, experimentar a fondo su cultura y gastronomía para plasmarlos en un libro. Mi idea era vivir el país, recorrer su corazón, conocer desde las abuelitas que hacen la pasta hasta grandes productores, probar los productos, entender cómo funciona su mercado, para volver con historias ricas y hablar de la cocina italiana luego de haberla vivenciado.
¿Cómo es tu relación familiar con Italia?
No tengo ninguna relación familiar, ni una gota de sangre italiana. Pero, así mismo, creo que todos los argentinos tenemos algo de Italia. Cuando terminé de hacer el último de mis libros anteriores se abrió esta posibilidad de indagar en las raíces de diferentes gastronomías y con esta idea vino una nueva forma de hacer libros de cocina, viajando y descubriendo de dónde venimos y quiénes somos. El primer libro tenía que ser de Italia, porque los argentinos estamos atravesados por ese país. Y, el próximo, naturalmente será sobre España.
¿Qué relación encontrás entre las raíces y los sabores, entre la familia y la nutrición?
Estamos muy en sintonía con lo italiano en los aspectos de la reunión con la familia, con sentarse en mesas grandes, con acostumbrarse a cocinar para muchos. En Italia una viejita me dijo que ella no se ponía a cocinar para menos de cinco personas, que si cocinaba lo hacía para muchos y que entonces invitaba a parientes lejanos y a los vecinos. Nosotros tenemos la costumbre del familión. Y si estás unos días en ese país entendés quiénes somos nosotros, por qué somos tan pasionales y gritones.
“Los argentinos estamos atravesados por Italia. Estar unos días en ese país es entender quiénes somos nosotros”
¿Por qué decís que en Italia comer mal es imposible?
Porque comen buen producto. Italia es sinónimo de buen producto, por eso es imposible comer mal. En cualquier lugar del mundo que pruebes platos italianos vas a comer bien, porque su cocina es simple, es rápida y estandarizada. Las recetas son siempre las mismas, existe un hilo conductor entre lo que hacía una abuelita en Italia hace décadas y lo que se hace ahora mismo. Nada cambió y lo positivo es que nadie quiere cambiar las raíces, porque las mantienen vivas conservando las tradiciones.
Siempre hablás de la “buena mesa” y subrayás que es un concepto integral, que excede incluso la comida. ¿A qué te referís?
A la vajilla, al educar sobre lo que se come mientras se come, al diálogo, a todo eso. Cuando se habla de cocina se habla de cultura, de historia, de sentimientos, de guerras, de amor, cada receta tiene todo eso en su conformación y descubrirlo y entenderlo es hermoso.
“lo positivo de italia es que allá nadie quiere cambiar las raíces. las mantienen vivas conservando las tradiciones”
¿Cómo resumirías el espíritu italiano tras tu viaje? ¿Qué te trajiste?
Me traje la horna, el orgullo, la herencia, la cultura, el arte, la profesión, esto es lo más valioso de ese país. En Italia conocí empresas familiares de aceto balsámico en las que ya está al frente la tercera generación de productores y te muestran el árbol genealógico de su familia productora con muchísimo orgullo.
¿Cuántas recetas compartís en el libro? ¿Cuáles son tus favoritas?
El libro tiene más de 110 recetas divididas en aperitivos, antipastos, pastas y arroces, carnes y pescados, verduras y polentas, panes y pizzas y dulces y helados. Es muy difícil elegir cuáles me gustan más pero entre mis recetas preferidas están el pan forte, el cantuccini y la pizza.
¿Podemos comer en Argentina como en Italia? ¿Están los ingredientes?
Creo que sí, en nuestro país tenemos ingredientes y regiones parecidas a Italia, como Mendoza y Córdoba, donde existen, por ejemplo, un montón de fábricas que hacen quesos excelentes, porque están preparados con leche de primera calidad. Con la pasta y la harina es un poco más difícil. Pero en términos generales pienso que acá también tenemos muy buenos productos.
Recetas de Juliana que integran el libro