Subió con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada. El Globo de Oro honorífico que recogía Meryl Streep con 67 años, era el noveno de una carrera que maravilla.
Emocionada, pidió perdón por dudar diciendo que debía leer, pero ni bien empezó, dejó el papel y pronunció el discurso más profundo de la noche:
“Hollywood se hizo con extranjeros. ¿Qué es Hollywood, salvo un grupo de gente de todas partes?”
Sin mencionarlo, aludió a Trump y recordó ese instante en que quien ocupará el despacho Oval se burló de un periodista discapacitado:
Si es el poder quien abusa de los débiles todos los demás lo imitarán. La falta de respeto incita a más faltas de respeto. La violencia, a más violencia
Mirá el video subtitulado en el que verás cómo la ovacionan:
El presidente electo, en una breve entrevista telefónica citada por el diario New York Times, aseguró que no había visto la intervención de Streep; a pesar de ello, atribuyó las críticas de la actriz a que es seguidora, “lacaya”, de Clinton.
En su cuenta de Twitter, continuó las descalificaciones afirmando que Streep era “una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood” y negando que se hubiera burlado del periodista discapacitado.