Neymar, con apenas 14 años, ya causaba sensación en Brasil por su habilidad.
Su representante, Wagner Ribeiro, promovió al futbolista por todo el mundo. Llamó a la puerta del Real Madrid y calificó de “maravilla” a su chico.
El club quería verlo pero se negaba a pagar el pasaje desde Brasil. Ribeiro asumió el costo de los billetes y Neymar se presentó en la capital española.
“Cada jugada que hacía era algo especial. Era bueno en todo. Un puro recital”, recordó un alto ejecutivo del Real Madrid.
El entorno de Neymar, pidió una suma para el padre del jugador. También solicitó el pago de la escuela de su hermana. Hasta ahí aceptó el Madrid.
Luego rompió las negociaciones cuando el representante brasileño solicitó 60.000 dólares para que los abuelos del jugador se construyera una nueva casa