El gasto en alimentos suele representar un porcentaje importante de nuestro presupuesto, y el costo puede ser aún mayor cuando resolvemos la compra día por día o a último minuto. Aquí compartimos una guía con 10 consejos para planificar el menú semanal y ahorrar dinero, mejorando a la vez la calidad de tu alimentación.

Cómo planificar el menú semanal, ahorrar dinero y comer mejor
Basta con 30 minutos cada semana para cambiar las cosas: es lo que necesitamos destinar a hacer un inventario de los alimentos que tenemos en casa y crear un plan o menú semanal de comidas. Con ese sencillo hábito, podemos reducir drásticamente el gasto familiar de comestibles.
Además, la planificación de comidas mejora la calidad de nuestra alimentación, elimina los viajes innecesarios y frecuentes al supermercado, y reduce el caos estresante que suele aparecer a la hora de la cena cuando no sabemos qué cocinar.
De hecho, es uno de los focos del batch cooking, tan de moda en estos tiempos.

- Hacer una lista maestra de 10-20 comidas
Pide a todos en tu familia una lista de sus comidas favoritas. Evalúa y prioriza la lista, destacando las que pueden prepararse rápidamente y las comidas que no requieren demasiados ingredientes. Organiza esta lista por categoría, incluyendo carne, pollo, platos de olla, pescado, comidas vegetarianas, acompañamientos y sopas.
Reúne las recetas y guárdalas todo en un cuaderno o carpeta o en la computadora para facilitar el acceso.

- Escribir el plan de comidas en papel
Un calendario en blanco o una hoja de cuaderno son ideales para dejar plasmado el plan semanal de comidas. Podemos hacer de un lado la lista de comidas y del otro lado los ingredientes necesarios. Así podemos llevar fácilmente nuestro plan al almacén. Es aconsejable poner el plan en el refrigerador para que todos lo vean.
- Plan para las tres comidas
Cuando no planificamos el desayuno y el almuerzo junto con la cena, uno sigue expuesto a saltar comidas o comer cosas poco saludables y más caras. Podemos hacer comidas rápidas y fáciles en el desayuno y almuerzo con un cierto planeamiento cuidadoso y salir a tiempo al trabajo.

También podemos utilizar sobras de la cena de la noche anterior para preparar almuerzos y llevarlos con nosotros al trabajo o a donde sea que nos encuentra la hora de comer. Es posible hacer una ración más al anocher para ya tener lista la del mediodía siguiente.
- Revisar el calendario familiar
¿Estás trabajando hasta tarde esta semana? ¿Tienes planes de ir a cenar con amigos el sábado por la noche? ¿Tus hijos tienen un partido de fútbol o un encuentro durante la semana? Tomemos todas estas cuestiones en cuenta al planificar las comidas. Una vez que conozcamos el horario de la familia, podemos planificar en consecuencia.
- Planificar el menú alrededor de lo que ya tenemos a mano
Para empezar, necesitamos organizar la despensa, refrigerador y congelador. Agrupar la comida por categorías, incluyendo ingredientes para hornear, conservas, condimentos, café y té, pasta y arroz, salsas y aperitivos. Limpiar el congelador y el refrigerador y tirar cualquier alimento que haya caducado.

Una vez que hayamos organizado la comida que tenemos en casa y arrojado todo lo que haya caducado, podemos hacer un inventario de lo que tenemos a mano. Planear las comidas alrededor de lo que ya hay, además de reducir los gastos en comestibles, nos ayuda a eliminar las compras duplicadas.
- Planificar las compras y el menú según las ofertas del supermercado
La mayoría de las tiendas de comestibles presentan ofertas de ventas un día a la semana, y muchos bancos o tarjetas ofrecen descuentos en las compras determinados días también.
Aprovechemos todo esto porque puede producir una reducción significativa en cada compra que al mes suma mucho más. Si las ofertas incluyen productos perecederos, planifiquemos el menú para consumirlos primero.
- Planificar las comidas con alimentos de temporada
Podemos encontrar los mejores precios en productos frescos durante la temporada de cosecha. El menú cambia drásticamente desde el verano hasta el otoño y el invierno.

- Una noche para “limpiar la heladera”
Si regularmente guardamos las comidas sobrantes, podemos instituir una noche para “limpiar la heladera“, donde sólo comamos sobras. Además, podemos buscar en la despensa los productos enlatados acercándose a sus fechas de caducidad y agrégarlos al menú. Esto reduce el desperdicio de alimentos, y nos da una noche libre de cocinar.
- Hacer un lote doble de comidas favoritas: una para la cena y otra para el congelador.
Por ejemplo, si planeamos hacer pollo a la parrilla una noche, podemos poner unas pechugas extras y luego trozarlas para frezarlas y usarlas en alguna otra preparación, como ensaladas, sopas, revueltos, etc.
- Miremos el plan de comidas todos los días
No olvidemos revisar el plan de comidas diariamente para ver lo que necesitamos descongelar y para hacer cualquier ajuste basado en cambios de horario de última hora. Si nos falta algún ingrediente para una preparación y tenemos todo para otra, podemos “enrocar” comidas cambiando levemente la planificación.
Organizar qué vamos a comer cada día de la semana es una excelente manera de bajar costos y, sobre todo, alimentarnos mejor. Puedes llevar un estilo de vida saludable con una buena planificación hogareña.
Recuerda que hay plantillas de menú semanal para editar gratis que facilitan mucho las cosas.
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