Hay excepciones, claro. Pero, en general, la mayoría de las normas están para cuidarnos. Fueron pensadas para generar un bien público, y un claro ejemplo de ello son las sillas de auto para bebés y chicos pequeños, que no sólo son claves en la seguridad de los bajitos sino que son obligatorias. Por ley, como los vehículos fueron diseñados para transportar adultos, debemos sumar elementos extras de seguridad en el coche cuando llevamos menores. Conocé cómo deben viajar los niños en el auto en Argentina y minimizá los riesgos ante cualquier imprevisto, además de evitar multas.
Por qué usar sillas de auto para niños
Podríamos decir que, antes que nada, es ley. Pero lo cierto es que, cuando conocemos los argumentos que fundan esa norma, el hecho de que sea obligación es una anécdota. Básicamente, debemos usar sillas de auto para bebés y niños porque minimiza los riesgos de lesiones graves ante un accidente. Es absolutamente vital para su seguridad y hasta para cuidar su vida. Y no hay ninguna exageración en ello.
Instalados de manera correcta, los Sistema de Retención Infantil (SRI) -que es el nombre técnico con el que se conoce a las sillitas de seguridad para chicos- reducen la tasa de mortalidad en un 80% en niños y en un 70% en bebés. También bajan el riesgo de sufrir lesiones graves, al ayudar a disminuir la fuerza del impacto.
Es importante entender que los menores tienen una estructura muscular y ósea diferente a la de los adultos y que los elementos de seguridad de los autos no están pensados para ellos. Por eso se hace necesaria la utilización de elementos extras de seguridad, como sillas especiales u otros sistemas de retención infantil.
Además, es clave tomar conciencia de que el comportamiento del cuerpo de un niño ante un accidente es diferente al de un adulto, ya que el peso de la cabeza de un pequeño es alrededor del 30% del total de su masa corporal, cuando ronda apenas el 6% en un mayor. Esto hace que la cabeza actúe como una punta de flecha si un niño viaja suelto, sin ningún tipo de retención, siendo lo primero que impacta contra el parabrisas del vehículo o al salir despedido del coche.
Ley de sillas de autos para niños en Argentina
A la hora de viajar con chicos, la ley es clara respecto a la forma en que deben permanecer los chicos adentro del vehículo. El uso de sillas de seguridad para menores de 10 años es obligatorio en Argentina en todo el territorio nacional, según lo establece la última modificación de la Ley de Transito (24.449), decretada por el Miniterio de Transporte en enero de 2018.
La normativa 32/2018 obliga a todos los niños de hasta 10 años a viajar en el asiento trasero y “sujetos con un Sistema de Retención Infantil homologado al efecto, en relación a su peso y tamaño”. En otros distritos, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la edad límite se extiende hasta los 12 o a quienes midan menos de un metro y medio o pesen menos de 36 kilos.
Podés leer: Video: qué le pasa a un niño en un accidente sin la protección adecuada
Tené en cuenta que las normas van cambiando a medida que se acumula evidencia científica respecto al valor de estos elementos de seguridad, y también en función del acceso que tiene la población a productos seguros, correctamente homologados.
Tipos de sillas para autos
Hay distintos tipos de sillas de auto para niños y las recomendaciones varían en función de la edad y del peso del pequeño. Es importante que sea el adecuado porque, de lo contrario, su capacidad de protección no será suficiente.
Conocé los tipos de asientos:
- Grupo 0 o 0+: de 40 a 85 cm y de 45 a 105 cm (homologación i-Size). Es para bebés de 0 a 10 kilos de peso en el primer caso y, hasta 13 kg en el caso del grupo 0+. Los asientos de este grupo, a su vez, pueden ser de dos tipos: capazos o cunitas portátiles, por un lado, y sillas para bebés, por el otro. Es importante chequear que los capazos y los “huevitos” estén homologados para ser usados en vehículos y que tengan arneses o cinturones en forma de “Y”, ya que mejoran notablemente la protección en caso de impacto lateral.
- Grupo I: es para niños de 9 a 18 kilos (normalmente entre uno y tres años de edad, si bien la edad es un criterio orientativo y lo importante es el peso). Son sillitas que se sujetan al vehículo con el cinturón de seguridad o con el nuevo sistema ISOFIX.
- Grupo II: desde 15 hasta 25 kilos. Puede ser una butaca con respaldo o un booster. El niño se sienta sobre el asiento infantil y se abrocha el cinturón de seguridad del vehículo. Este tipo de asientos elevan al niño para que el cinturón de seguridad del vehículo lo ajuste correctamente.
- Grupo III: desde los 22 hasta 36 kilos. También puede una butaca que se apoya sobre el asiento del auto o booster.
Es importante tener en cuenta que algunos modelos sirven para varios grupos de peso, con lo cual pueden usarse desde el nacimiento hasta que el niño alcanza los 18 kilos, o desde los 15 hasta los 36 kilos. Eso sí: a medida que un asiento cubre más grupos de peso, resulta más difícil garantizar el mismo nivel de seguridad para todos ellos.
Qué sillita de auto comprar
Como dijimos -y vale la pena repetir-, la clave para definir está asociada a dos cuestiones:
- El peso del niño: es más importante que la edad porque es lo que determina la resistencia que debe ofrecer el asiento infantil.
- La altura del niño: es incluso más importante que el peso. Todos los sistemas de retención infantil homologados bajo la normativa ‘i-Size’ se basan en la altura para determinar cuál sillita es la correcta.
Cómo poner la silla de bebe en el auto
Tan importante como tener un buen producto es usarlo como corresponde. Es fundamental aprender cómo se colocan las sillas de bebe en el auto
- La sillita o huevito debe estar sujeto firmemente al vehículo. Además, los arneses que sujetan el niño al SRI deben estar correctamente ajustados.
- Los cinturones de seguridad con los que se sujeta el SRI al asiento del auto tienen que estar siempre bien tensados. Es importante chequearlo todas las semanas ya que se mueven con las frenadas y demás.
- El niño debe viajar sin demasiada ropa de abrigo, dado que ésta puede provocar la falsa sensación de que está correctamente ajustado.
- No hay que comprar un asiento infantil usado, ya que pudo haber sufrido un incidente o un golpe fuerte y tener reducida su capacidad de protección. Vale recordar que estos productos también “envejecen” y que la calidad de sus materiales se deteriora. Recomiendan cambiarlos a los 5 años como máximo.
- El asiento de niños se coloca en el asiento trasero del automóvil. Se puede poner en el medio cuando cuente con el cinturón de seguridad abdominal y diagonal con sistema de anclaje de 3 puntos, ya que protege al niño ante un impacto lateral. Solo se puede colocar con el cinturón abdominal de dos puntos cuando el fabricante de la silla así lo mencione en el manual.
- Un niño debe viajar en un SRI mirando hacia atrás hasta tener como mínimo un año de edad y pesar 10 kg. Las sillas en sentido contrario al de la marcha ofrecen mayor protección para la cabeza, cuello y columna del bebé que las sillas situadas en el sentido de la marcha. Repetimos: en un niño pequeño, el peso relativo de la cabeza respecto al cuerpo es mayor que en un adulto y, además, el cuello no está completamente desarrollado. Por eso se recomienda usar todo el tiempo que sea posible un sistema orientado hacia atrás.
- Se debe cambiar la silla para que mire para adelante cuando el bebé supere el peso máximo recomendado o la cabeza del niño sobresalga del respaldo.
- La silla para bebés jamás debe ser instalada en un asiento que disponga de airbag frontal, a menos que dicho airbag haya sido previamente desactivado.
- Los chicos no deben viajar con cinturón de 2 puntos (abdominal) en ningún caso ya que, al momento de un siniestro vial, este sistema no es seguro y pueden sufrir lesiones.
- Es importante que la banda pectoral del cinturón de la silla o del auto tome siempre la zona del centro de la clavícula del chico, ya que si queda más arriba lo puede ahorcar.
Cómo saber si la silla está homologada
Como dijimos, una butaca de seguridad no es un simple silloncito para que el niño viaje cómodo: es un elemento de seguridad. Por eso, se las somete a diferentes tests, con el objetivo de poner a prueba su eficiencia a la hora de enfrentar un impacto. Justamente, los productos que pasan esos tests son los que están homologados.
El problema es que, en Argentina, no hay procesos de homologación, con lo cual la mayoría de los fabricantes nacionales no pasan por esos controles. La norma más comercializada en el país es la europea, que se identifica con un adhesivo naranja. Allí se indica si es universal (sirve para todos los autos), semiuniversal (solo para algunos) o específica (solo para un modelo), y el rango de peso que acepta. La otra norma es la estadounidense, cuyo adhesivo es amarillo y negro y dice FMVSS.