Prevenir en familia no es sólo anticiparse a los problemas, también es educar. Esto implica transmitir valores y actitudes, fortalecer habilidades y comportamientos
que ayuden a los hijos a crecer y desarrollarse en forma integral, plena y sana.
Las investigaciones identifican una serie de factores que disminuyen la
probabilidad de que alguien del núcleo familiar comience a consumir drogas. Son
los llamados factores protectores y entre ellos, destacan:
Estudios sobre factores asociados al consumo identifican, asimismo, una serie de
factores de riesgo en el funcionamiento familiar que aumentan la probabilidad de que tus hijos inicien el uso de drogas. Entre ellos aparecen:
La prevención comienza desde la panza de la mamá. Con la adquisición de un buen vínculo madre-hijo, con un padre afectuoso ejerciendo firmemente su función, con una correcta puesta de límites
1. Fomentar la seguridad en sí mismos: aceptarlos como son, valorar sus avances y
logros, manifestar amor y cariño, crear expectativas ajustadas a la realidad
personal.
2. Ayudarlos a madurar: darles la oportunidad de tomar decisiones personales,
darles autonomía y fomentar responsabilidades, adaptarse a las nuevas exigencias
de los hijos en función de la etapa del desarrollo.
3. Enseñar autocontrol: enseñarles a dirigir adecuadamente sus emociones a través
del diálogo y el ejemplo, hábitos de autocuidado, estilos de vida saludables, control
de los impulsos, normas y límites claros.
4. Establecer lazos sociales y familiares: buscar el apoyo de redes sociales y
fortalecer una adecuada identidad familiar segura y cálida, pero permeable,
fortalecer el diálogo y la comunicación con los parientes, la escuela y los amigos.
Fuente: Grupo de Adicciones de la Sociedad Argentina de Pediatría
Seguí leyendo
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en:
Politica de Privacidad