Martín Geijo es arquitecto pero el emprendimiento que se lleva gran parte de su día es Trikids, triciclos y bicicletas de aprendizaje. ¿Qué son? Básicamente, son iguales a sus homónimos convencionales pero sin pedales, una omisión fundamental para que el proceso de aprender a andar en bici sea más natural y con menos golpes.
Bicicletas de aprendizaje: un proceso gradual
“Con la velocidad viene el equilibrio es un concepto obvio para nosotros pero para los chicos es difícil de comprender”, explica Martín. Como es sabido, con las bicis tradicionales se impulsan con los pedales pero necesitan las rueditas para no perder el equilibrio. Así, aprenden que pueden ir rápido pero no incorporan el concepto de balance. Y, cuando les sacan la rueditas, se encuentran con una dura realidad: el piso”.
Sus palabras suenan tan obvias como retumba en los adultos esta verdad que jamás pensamos, y que convierte a la experiencia de aprender a andar en bici en un proceso natural y encantador.
El proceso es más simple con las bicis de aprendizaje o camicletas ya que el niño entiende, apenas se sube, que sus piernas le dan seguridad e impulso. A medida que toma confianza y gana velocidad, llega un punto en que no tiene sentido seguir acelerando -porque no puede ir más rápido- y aprende a mantenerse en equilibrio. A partir de ahí, todo fluye, sólo queda divertirse y explorar por sus propios medios cuáles son sus límites.
Los triciclos: el comienzo de la independencia
Los triciclos aportan el hábito, más o menos al año, cuando comienzan a dar sus primeros pasos porque sirven para que se habitúen a moverse por sí solos. Esto es muy bueno porque se le inculca el sentido de independencia, pero también es un descanso para los padres ya que no tienen que cargar a los chicos. Las espaldas de más de uno seguro estarán agradecidas.
“Hay padres que los llevan así al jardín de infantes, ellos disfrutan de una caminata y los chicos hacen ejercicio. ¡Todos ganan!”, dice con una mezcla de entusiasmo y orgullo el emprendedor.
3×1: un regalo de 5 años, un aprendizaje eterno
Los trikids tienen su lado innovador por su característica cambiante. Primero es un triciclo, después se convierte en una bici y, cuando la bici le empieza a quedar chica, das vuelta el cuadro, la horquilla, y el niño la puede usar uno o dos años más.
“Los Trikids son tres productos en uno, que acompañan el crecimiento de tus hijos desde el primer año de vida y hasta los 5 o 6 dependiendo de la altura. De esta manera, si comprás un triciclo le regalás también una bici y, a medida que crece, lo vas modificando para que la pueda seguir usando”, explica Martín.
Bicis que generan inclusión
Sin saberlo, y por las recomendaciones entre madres y padres, Martín se enteró a fuerza de nuevos pedidos que sus Trikids resultaron muy buenos para chicos con movilidad reducida y, especialmente, para niños con síndrome de Down.
Es el caso de Simón Nielsen, que comenzó a utilizarlo como triciclo y hoy ya pasó a usarlo como bici y lo disfruta mucho. “Simón encontró en estas bicis no solo una forma de hacer ejercicio sino también un espacio para el juego. Se divierte mucho y le da una gran sensación de libertad… De hecho, un poco mucha: va tan rápido que casi que me cuesta alcanzarlo”, comparte divertida Inés, madre del pequeño aventurero.
Al igual que Inés, Lucía Lanusse también ve lo bueno que es el triciclo para Olivia: “Ella es pura felicidad cuando se sube y yo me siento muy tranquila porque veo ese aprendizaje que se da de una manera natural”. Agrega también un detalle importante: “Los triciclos están construidos para evitar golpes porque tienen los cantos y el manubrio redondeados mientras que en las bicis tradicionales tienen partes puntiagudas, los frenos, etc.”
Ambas madres se conocen y participan activamente en el grupo “Down is up”, donde recomiendan novedades y productos que pueden ser útiles o buenos para sus hijos. Ahí se enteraron de una madre que, ante una bicicleteada en el jardín de infantes, estaba preocupada porque su hijo pudiera sentirse fuera del grupo. La alentaron a que participara con el triciclo y le aseguraron que los chicos lo iban a vivir como algo natural. Así fue y Francisco tuvo un día genial con sus compañeros.
Martín, que siempre está pensando en cómo mejorar los Trikids, tuvo en cuenta las necesidades de los chicos con capacidades diferentes y desarrolló un nuevo Trikids un poco más grande con refuerzos y un respaldo para los chicos a los que les cuesta más mantener el equilibrio. Al momento de publicar esta nota estaba en etapa de desarrollo pero asegura que en breve tendrá el primer prototipo terminado.
Para más información, ingresar al sitio de Trikids.