En el trajín de la crianza, somos muchos los padres que en algún momento decimos que no podemos más, que estamos agotados, que nos pasamos el día ordenando, recogiendo, limpiando y corriendo todo el tiempo detrás de los niños para conservar cierto orden en el hogar. A todos nos pasa.
Sin embargo, el cansancio por las tareas hogareñas no sería tan grande si aprendiéramos a compartirlas y a delegar algunas a todos los miembros de la familia. El beneficio no es sólo para los adultos: es también una cuestión de darles autonomía, de enseñarles a asumir responsabilidades y a colaborar el cuidado de los espacios comunes.
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Hay muchos niños que aún con 4, 5 o más años, siguen anclados en la etapa de bebé. Los padres podremos ayudar a que puedan pasar página: les hace muy bien
Favorecer la autonomía de los niños los ayuda a crecer, y a la vez puede ser un buen rato de compartir actividades en familia. Pero para que nuestros hijos adquieran capacidades que les permitan pasar de página debemos promover su autonomía, que hagan cosas ellos solos.
Para saber cuándo están capacitados, compartimos una tabla inspirada en el método Montessori para saber qué tareas pueden hacer en cada edad.
Enseñarles a vestirse, aunque no lo hagan perfecto, es muy bueno para ellos. Hay un momento en que no los ayuda a crecer que los vistamos nosotros. Uno puede dejarle la ropa a su altura y que se la pongan… Que lo intenten y lo hagan como les salga hasta que ya no necesiten tu asistencia.
Los juguetes son herramientas fundamentales para la adquisición de autonomía. A través del juego pueden conocer el mundo que los rodea y potencian sus habilidades para ser cada día un poquito más independientes
Hay pequeños gestos que pueden favorecer su crecimiento. No tiene sentido que el niño tenga sed y venga cada vez a decirte que quiere agua: dejar vasos de plástico en algún cajón o lugar acorde a su estatura y una botellita con agua para que él mismo se la sirva lo hará sentir seguro y autónomo. Y así con todo.
El método Montessori nos acerca siempre una enseñanza: no fuerces, pero acercá los elementos que favorezcan la autonomía y les permitan crecer. No es justo para los niños que les resuelvas todo todo el tiempo y que un día, agobiado, les grites y los obligues a hacer lo nunca aprendieron.
Si uno los estimula a crecer y avanzar, pronto saldrá de los propios niños querer hacer las cosas por sí mismos, querer colaborar, querer ser uno más y de ser partícipe del cuidado de su imagen, del orden de la casa, de la limpieza, de su propia higiene.
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Que vea que puede hacerlo. Que lo intente. Que lo haga. Que empiece a ocuparse de su vida, que tiene edad y capacidad para empezar a hacerlo
Es importante felicitarlos cuando nuestro hijo consigue pequeños logros. Nuestra aprobación y nuestros elogios son pequeñas recompensas del día a día que los motivan a seguir adelante.
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