En una decisión sin precedentes, una corte de Nueva York ordenó a un millennial de 30 años abandonar la casa de sus padres en ese distrito donde ha vivido durante los últimos diez años sin aportar dinero al mantenimiento del hogar. La insólita situación, hasta normal en algunas familias, llegó al extremo para estos padres, quienes decidieron llevar a su propio hijo ante la Justicia.
La orden recayó sobre Michael Rotondo quien no estudia y no trabaja y que a pesar de su edad se negaba a dejar la casa de sus padres pero tampoco contribuía en los gastos que generaba.
La audiencia se realizó el martes 22 de mayo y duró sólo media hora: el juez del Tribunal Supremo del estado de Nueva York, Donald Greenwood, falló a favor de los progenitores, Mark y Christina Rotondo de Camillus.
Durante la audiciencia, Rotondo debió explicar brevemente su aburrida (y cómoda) vida. Contó que no siempre vivió en casa de sus padres. Ocho años atrás arrendó un apartamento durante un tiempo. En ese entonces fue que se convirtió en padre. Luego de perder un trabajo, decidió regresar con ellos.
El juez le preguntó: “¿Qué trabajo?”. “No quiero hablar de mi vida laboral”, fue la respuesta del millennial
Lo cierto es que Rotondo tuvo un breve paso por Best Buy, la cadena de venta de electrónica de los Estados Unidos. Fue efímero su contrato. Decidió renunciar luego de que se quejara porque debía trabajar los sábados, día en que quería visitar a su hijo. Fue por eso que inició un juicio a la compañía por un total de 340 mil dólares.
Durante la audiencia en la que el juez le ordenó que debía dejar la vivienda del 408 Weatheridge Drive, Camillus, Nueva York, el joven pidió seis meses de gracia. “No”, fue la respuesta del magistrado. Rotondo se fue frustrado y enojado con sus padres, a quienes no les volvió a hablar.
“Estoy indignado”, dijo el joven ante el diario Daily Mail a la salida de la Corte. Y cuestionó duramente la decisión de sus padres. Dijo que ellos tomaron esa medida porque él es un “millennial liberal” y ellos son conservadores. “Lo que hicieron es vengativo”, declaró.
También desmintió que le hagan la comida o que le laven la ropa. Y que no hay sustento legal para obligarlo a contribuir en forma económica. Además, dijo que apelará la decisión judicial y resistirá la orden de “desalojo”.