La empresa escocesa BrewDog se dedica a fabricar cervezas artesanales. Demostrando su amor y preocupación por los animales, creó una atmósfera “dog-friendly” con reglas dignas de aplaudir.
De la misma manera que cuando nace un hijo, los empleadores, en este caso, ofrecen una semana de vacaciones pagas a quienes decidan adoptar un perro -recién nacido o rescatado de la calle- para la familia.
Además, transcurrido el periodo de permiso, los empleados pueden llevar a sus nuevos amigos de cuatro patas a la oficina para que no tengan que preocuparse de que los canes se queden solos y tristes en casa.
Las resoluciones forman parte del programa “Puppy parental leave”. Según los dueños de BrewDog, la iniciativa responde a que los cachorros, al igual que los bebés, necesitan adaptarse al nuevo hogar en el que se encuentran y conocer a cada miembro de la nueva familia.
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