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¿Tu hijo tiene 2 años y no te escucha? Probá este mágico tip

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Lauren, enfermera acostumbrada al estrés de una unidad de cuidados intensivos, donde su carrera se fue construyendo alrededor de vivir situaciones límites o de gran intensidad, aprendió a manejar drogas, máquinas y medicamentos superando la ansiedad y el agotamiento.

Pero luego fue mamá y su bebé cumplió 2 años. Lauren confiesa que aprendió algo que suena duro al escucharlo, pero para ella resultó que criar un niño con temperamento fuerte, parecía mucho más duro para ella que un día en cuidados intensivos.

Y luego aclara: “un niño de dos años de edad que no escucha, no deja de hacerlo porque sea terrible. Enseñarles a escuchar es difícil porque ellos están experimentando el mayor desarrollo del cerebro de su vida”.

En pocas palabras, desde el nacimiento hasta los 3 años, el cerebro de un niño produce 700 nuevas conexiones neuronales cada segundo.

Con 700 nuevas conexiones neuronales cada segundo, parece bastante normal que se dificulte que escuchen a los padres.

Se daban situaciones como ésta:

Él: Quiero tostadas.

Yo: Claro compañero (y le doy las tostadas)

Él: no quiero tostadas (y se tira al suelo)

Yo: ¿que? ¿Por qué? ¿Qué pasa con la tostada?

Y en ese momento todo se pone mal. Yo estaba haciendo preguntas lógicas para mi edad y no para esos 2 añitos.

Con 2 años de edad, gran parte de mi razonamiento no es escuchado debido a que el comportamiento está impulsado por el cerebro emocional y no por el cerebro lógico.

No debemos hacerles tantas preguntas. Los niños pequeños no entienden por qué se sienten de la manera que lo hacen.

Sólo se sienten así y hay que sacarlos de ese momento

Frente a las preguntas, “¿qué pasa?” o “¿porqué hiciste eso?” o “¿porqué lloras?”, responden con llanto, silencio, repitiendo lo que acabo de decir, gritando o con alguna otra respuesta al azar.

Tu hijo de 2 años de edad no conoce la respuesta porque sus acciones se basan en impulsos emocionales, no en la lógica.

Él no sabe porqué no quiere más las tostadas.

Él no sabe lo que está mal sobre la tostada.

Todo lo que sabe es que hay un impulso abrumador en el interior de su cerebro diciéndole, “decí no a la tostada!”

Mantené la calma, abrazalo y contené a tu hijo en ese estado emocional y esperá.

Esto es lo que los educadores llaman “tiempo de espera”. O como a Lauren le gusta llamarlo “la gran pausa de ser padres”

Aquí es donde llega la pausa mientras que el niño procesa para que después llegue la magia.

“Dejé de luchar con él por la tostada, y en su lugar, puse mi energía en beber un poco de café”.

“Si no querés la tostada ahora no hay problema, la podés comer en el desayuno o la merienda”.

Otra pausa y varios sorbos de café.

Exactamente 7 minutos más tarde, regresó y decidió que estaba listo para comer la tostada.

Si estás peleando con un niño de 2 años de edad que no te escucha, recordá esto:

700 nuevas neuronas están creciendo cada segundo, evitá las preguntas y abrazalo acusando recibo de su estado emocional

Todo lo que él quería era que supieras que él no quería las tostadas en ese segundo que se las serviste. Quién sabe si no encontrás el camino para estresarte menos.

¡Suerte en el intento!

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