“No importa cuánto lo intentes, es imposible que transites tu carrera profesional sin haber tenido al menos una pizca de romance en la oficina”. Polémica, angustiante para los celosos, es la conclusión de un nuevo estudio del Hamilton College de Nueva York, que explica científicamente por qué fluye el deseo y hay coqueteos y amores en el ámbito laboral.
Según los científicos, la respuesta más fácil es la correcta: pasar mucho tiempo con alguien aumenta las chances de que haya una conexión romántica. Pero hay más: el estudio descubrió que el amor a primera vista, una idea más cercana a la realidad de las películas de Disney que a lo real, es mucho menos probable que el amor a… ¡Cuarta vista! Ese es el número mágico.
Los científicos confirmaron que el amor a primera vista no existe. El número mágico es cuatro. El interés y la atracción surgen recién a la “cuarta vista”
Diseñaron una investigación para probarlo y fueron rigurosos en el proceso. Expusieron a 22 solteros a dar su veredicto sobre la belleza de 112 personas. Les mostraron fotos en loop y les pidieron que les pusieran una calificación del 1 al 9. Muchas de las imágenes se repetían, y en esos casos es que sacaban “mejor nota” que el resto.
Además de considerar el ránking, se les escaneó el cerebro durante el experimento y se descubrió que las ondas cerebrales se excitaban cuando veían una cara repetidas veces. Esto empezaba a pasar, en la mayoría de los casos, la cuarta vez que la foto aparecía. Así que si de flechazos superficiales estamos hablando, la flecha de Cupido no estaría teniendo tanta precisión en el primer intento. De nuevo: compartir más tiempo es la clave.
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