Uno de los máximos placeres que pueden disfrutar los huéspedes de los exclusivos apartamentos del Market Square Tower, en Houston, Texas es el de subir los 42 pisos que conducen a la terraza del edificio y desde allí zambullirse al vacío pero caer en una infartante pileta suspendida a 150 metros.
Lo más increíble de esta piscina no es la altura, sino los escasos 20 cm de cristal que conforman su suelo y su estructura. Quienes se metan en ella, pueden ver la calle a través del agua y el cristal mencionado, unas cuantas decenas de metros más abajo.
Uno de sus visitantes quiso dejar constancia del vértigo que da caminar sobre la parte suspendida de la piscina. Para ello, grabó un vídeo que subió a Instagram y posteriormente fue difundido en YouTube. Las imágenes ya fueron vistas por decenas de miles de personas.
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