En contra de las tendencias actuales que desde la más absoluta liquidez ideológica proponen diseños basados en la concepción efímera del uso de un espacio, el nuevo Apple Park ha sido construido como una gigante estructura que esquiva toda esta lógica contemporánea y al parecer cualquier posible re funcionalización.
Cómo aclarando que Apple está firmemente instalado en el planeta Tierra, esta nueva sede de la firma en Cupertino, no busca mimetizarse con el entorno ni pasar desapercibido ni generar un edificio que luego pueda ser reutilizado por otra empresa o para otros fines. Apple está diciendo que están aquí y aquí se quedarán y por eso este Apple Park no necesita pedir permiso para mostrarse.
Sin embargo, esta idea construir una sede “con peso y presencia” no significa que uno deba ser agresivo con el medio ambiente ni con las personas que usan y transitan sus pasillos y oficinas. Todo lo contrario.
Para ejemplificar esto podemos hablar de la climatización del edificio. En honor al fundador Steve Jobs, el nuevo campus de Apple evitará el aire acondicionado, los ventiladores y las ventanas abiertas para regular la temperatura.
Así es como funciona: El edificio en forma de anillo permite que circule el aire exterior, y un piso de hormigón se calienta o se enfría con tubos de agua cuando la temperatura exterior fluctúa fuera de la gama deseada. Los trabajadores tienen sólo 1 ó 2 grados de diferencia dentro de sus oficinas.
“No queremos que se sienta como si estuviera en un casino”, dijo la ejecutiva de Apple Lisa Jackson a Wired. “Queremos que sepa qué hora del día es, y qué temperatura hay afuera. Esa era la intención original de Steve, de desenfocar esa línea entre el interior y el exterior, algo que despertaba sus sentidos”.
Pero en un sentido más radical, este nuevo edificio quiebra una de las lógicas más trilladas de los últimos tiempos en lo que respecta al diseño de espacios de trabajo.
Y es que, tal como comenta Lucy Kellaway en su artículo del Financial Times, este novedoso Apple Park está hecho para adultos. “Durante las últimas dos décadas, los espacios de trabajo en las oficinas han sido construidos para ser utilizados por niños de escuela primaria. Google ha sido el pionero mundial en instalar toboganes en sus oficinas. En su oficina de Tel Aviv, el personal lleva a cabo reuniones en ridículas estructuras que parecen canastas voladoras con hélices en la parte superior”, comenta la cronista.
“Esta tendencia fea, ridícula y discriminatoria en razón de la edad se inició en Silicon Valley y se ha ido extendiendo. Hasta la nueva oficina del anticuado CBI en Londres está decorada con colores primarios y murales divertidos” agrega.
“Apple Park ha descartado la diversión y ha apostado por la creación de espacios bellos. La belleza es un atributo adulto y serio; el trabajo también debe serlo”
Desde el día que Jobs presentó al Ayuntamiento de Cupertino las representaciones digitales del Anillo, como Apple llama el edificio principal, estas han circulado ampliamente. A medida que la construcción progresaba, los pilotos de aviones no tripulados emprendedores comenzaron a volar por allí cerca capturando vistas aéreas que fueron reproducidas hasta el hartazgo en vídeos de YouTube editados de manera sofisticada acompañados por bandas sonoras New Age.
Considerado como el último objeto que Steve Jobs había previsto antes de su muerte en 2011, este edificio desarrollado por el equipo de diseño de Apple en colaboración con Foster + Partners.
La nueva sede alberga instalaciones que van desde un centro de bienestar de 100.000 pies cuadrados, un teatro en la cima de la colina, un túnel de entrada de 755 pies (blanco Apple, por supuesto) e inmensas puertas de vidrio de 4 pisos que se abren a una cafetería igualmente gigante.
El meticuloso diseño del campus es un testimonio del legado de Jobs quien buscaba crear productos que agilizaran el caos cotidiano con un diseñocreativo. En 2011 dijo Jobs al Ayuntamiento de Cupertino: “Creo que tenemos una oportunidad de construir el mejor edificio de oficinas del mundo.”
Ubicado a menos de una milla de la sede original de Apple, el edificio es ahora una realidad. Ocho años de construcción y la nave espacial de Apple ha aterrizado.
El vidrio es una característica única y destacada de la estructura de este anillo de 2,8 millones de pies cuadrados, que puede albergar 12.000 empleados y cuenta con los paneles de vidrio curvados más grandes del mundo. En colaboración con Seele Group para la construcción de las fachadas, Ive y Foster + Partners trabajaron para crear y fabricar los paneles de 45 pies de altura de vidrio de seguridad curvado que envuelven el edificio.
Apple está plantando 9.000 árboles resistentes a la sequía en todo el campus, creando una experiencia que Jobs buscó traer de sus largas caminatas en el campo de California. Se espera que el lugar de trabajo resultante fomente el futuro de Apple al beneficiar a sus trabajadores de todas las maneras posibles a través de su arquitectura.
“Esta fue una decisión pensando cien años hacia adelante”, dijo el CEO de Apple, Tim Cook.
“Si bien el edificio es una maravilla técnica, ese no es el verdadero logro. El logro es hacer un edificio donde tantas personas puedan conectarse y colaborar y caminar y hablar. El valor no es lo que entró en el edificio, sino lo que saldrá” concluye Jonathan Ive, Director de Apple Design