Las diferencias en el modo de habitar son incontables, pero son cada vez los diseñadores y arquitectos que generan proyectos buscando responder a una demanda aún incipiente de casas-habitaciones rápidas de ejecutar e inclusive fáciles de desmontar y trasladar.
Tal es el caso del brasileño Felipe Campolino, creador de un sistema de vivienda planeada por módulos y desarrollada con materiales y dimensiones estandarizadas en el mercado, al que llamó ECObitat, a través del cual busca proporcionar alojamiento para un estilo de vida de gente en tránsito constante o para habitarla en caso de tener que hacer frente a una emergencia.
Esta casa, que se construye en taller con materiales de producción sostenible y debidamente probados, puede ser fácilmente transportada y por lo tanto puede ser construida y entregada donde sea necesario o inclusive trasladada junto a sus habitantes si estos deciden cambiar su lugar de residencia . La casa está proyectada con un dormitorio y el diseño incluye muros y techos verdes modulares, con lo cual, la huella de suelo (lo que bloquea con su implantación), la devuelve con creces.
ECObitat se construye utilizando madera OSB (Oriented Strand Board, este tipo de tableros constituye una evolución de los tableros de contrachapado, donde en lugar de unir varias láminas o chapas de madera, lo que se une son varias capas formadas por virutas o astillas de madera, orientadas en una misma dirección) todo dentro de su medida estándar de 1,22 x 2,44 m.
El marco de acero conforma la estructura, mientras que para las paredes y el suelo se usan paneles SIP (Structural Insulated Panel es un panel sándwich de poliuretano inyectado desarrollado como un producto industrial diseñado para realizar cerramientos en la construcción, industrial y residencial, y en la industria de la refrigeración.
Es principalmente utilizado como aislante térmico y acústico y también como impermeabilizante y como cerramiento, cabe destacar que es un producto autoportante y ligero lo que permite utilizarlo con una mínima estructura salvando grandes luces), definiendo las habitaciones y proporcionando el aislamiento necesario. El sistema modular resultante tiene unas dimensiones de 3,10 x 12,20 x 2,44, lo que equivale aproximadamente al tamaño de un contenedor tipo.
El dormitorio se encuentra en un extremo, el baño está en el medio y las áreas de la cocina y la sala de estar están en el extremo más alejado. Perforaciones verticales en los muros verdes actúan como ventanas y los dos extremos se pliegan como un puente levadizo para proporcionar más espacio al aire libre.
Todo el sistema se apoya sobre “piernas” telescópicas, lo que hace que sea más fácil de ubicar sobre diferentes tipos de terrenos, sin tener la necesidad de nivelar las superficies. El techo metálico tiene una serie de paneles solares, así como una pequeña turbina de viento que en conjunto producen energía suficiente para su buen funcionamiento.
Sobre los paneles de cerramiento exterior se montan cajas modulares, a las cuales se les coloca la vegetación deseada, entregando un aislamiento adicional. Dependiendo de los tipos de plantas utilizadas incluso se podría llegar a cultivar alimentos. Además cada sistema, al tener un tamaño estandarizado modular se puede entregar en un camión de dimensiones regulares para una fácil implementación.
Este proyecto amalgama a su manera el sedentarismo de la vida de hogar con la condición propia del nomadismo de trasladarse cuando sea necesario o deseado, además de incorporar otras prácticas ligadas a la preservación del medio ambiente y a la producción.
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