Las personas mayores que optan por un envejecimiento activo y autónomo y eligen residir en viviendas colaborativas en las que comparten recursos y espacios de forma autogestionada mejoran sus condiciones de vida. Así lo afirma el estudio “Arquitecturas del Cuidado”, realizado por el Instituto Vasco de la Mujer, en España, que subraya además la demanda de soluciones de cuidados que no comprometan la autonomía de las personas mayores va a ir en aumento.
El trabajo llevado a cabo por reconocidas investigadoras subraya que las viviendas colaborativas suponen “una experiencia a explorar”, ya que defienden “un envejecimiento activo, autónomo y colaborativo” y “pueden constituir una alternativa que favorezca el empoderamiento de las mujeres”.
La covivienda o “cohousing” son comunidades de viviendas colaborativas diseñadas para convivir compartiendo zonas y servicios (atención médica, limpieza, ocio, etc).
La investigadora Ana Fernández Cubero destacó que las personas mayores que optan por participar en un proyecto de estas características “mejoran sus condiciones de vida”, ya que, según dijo, se sienten “más a gusto, más tranquilas y menos preocupadas por sus futuros cuidados”.
También se observa que son formatos de atención “más baratos para las administraciones públicas”, ya que están basados “en el apoyo mutuo entre las personas y en el ahorro a través de compartir servicios y recursos”.
Se viene una nueva era de personas mayores empoderadas y organizadas, que demandan otro trato y otros servicios
El cohousing crece en el mundo
Cohousing es el nombre con el que internacionalmente se designa a las experiencias de vida compartida o comunidades autogestionadas de vecinos. Es una alternativa a la vivienda convencional, que hace hincapié en la colaboración y la convivencia, cada vez más extendida en los países de nuestro entorno y con un incipiente pero importante proceso de expansión en España y en Latinoamérica.
Hay países donde estas experiencias tienen una larga historia, como Dinamarca, Alemania, Suiza, Holanda o Reino Unido, donde estas opciones son consideradas una excelente manera de potenciar la vida activa de las personas mayores, su inserción social, sus cuidados y, con todo ello, mejorar notablemente su calidad de vida, y con una importante reducción de los costes asistenciales.
Estas experiencias responden fundamentalmente a las necesidades asistenciales, familiares o profesionales de colectivos muy concretos. Así ocurre con las personas mayores, personas con alguna dependencia, familias con menores, comunidades de profesionales, etc. que buscan residir en un entorno orientado a su desarrollo vital, cultural o social.
Podés leer: Qué es el cohousing: viviendas colaborativas para envejecer entre amigos