Desde chicos nos enseñan a no hablar de dinero en público. Nos dicen que es un tema polémico y que no es de buena educación conversar sobre eso en reuniones o fiestas. Evitamos el tema con nuestros amigos, nuestra familia e incluso con nuestras parejas. No es casual entonces que nos cueste tanto hablar de plata con nuestro jefe o potencial empleador y no sepamos cómo negociar un sueldo más alto al que nos ofrecen.
Lejos de ser un tema de mal gusto, el valor de nuestro trabajo es un tema importante que afecta muchos aspectos de nuestra vida, tanto personales como laborales. Ya sea en la entrevista de trabajo como cuando llevamos años en la misma compañía, obtener el salario que creemos justo puede cambiar la manera en la que hacemos las cosas, disminuir nuestro estrés y aumentar nuestra motivación laboral.
Cómo negociar un aumento de sueldo
Quizá el trabajo nos gusta, disfrutamos lo que hacemos y estamos contentos con lo que logramos pero el tema del salario nos genera un descontento que no podemos dejar pasar. O, tal vez, queremos ganar más para encontrar motivación en un empleo que no nos satisface. Sea cual sea la razón, pedir un aumento de sueldo es complicado y tenemos que estar preparados para presentar un buen caso. Como todo los temas relacionados con dinero, se negocia y para eso necesitamos algunas herramientas.
Técnicas para negociar un salario más alto
Negociar un aumento de sueldo es una oportunidad para poner en práctica nuestros encantos y técnicas de argumentación. Te damos algunos consejos sobre cómo presentar la propuesta a tus superiores.
- Preparate: antes de solicitar una reunión asegurate de tener toda la información que necesitás. Antes de comenzar a hablar, es recomendable hacer una autoevaluación sobre nuestro trabajo y elaborar una lista de argumentos objetivos.
- Estudiá a la empresa: hablá con alguien que conozca la política de la empresa sobre este tipo de asuntos. Por ejemplo, podés averiguar si existe alguna escala preestablecida para los aumentos o si existe un rango salarial fijado para cada categoría de trabajo.
- Establece un número: es muy importante establecer qué aumento queremos antes de pedirlo. Seguramente lo pregunten. Tenés que saber el número y poder justificarlo.
- No todo es dinero: si la empresa está pasando por un mal momento, podés proponer otras formas de compensación como días extra de vacaciones, horario flexible o algún curso de capacitación. Estas cosas también aumentan nuestro nivel de bienestar y pueden ser suficiente motivación.
- Elegí un buen momento: si la empresa está pasando por un cierre complicado no es el momento ideal para pedir un aumento de sueldo. Analiza el funcionamiento de la empresa y solicitá la reunión cuando sientas que todo está en calma.
Puede pasar que te nieguen el aumento y tengas que rever tu estrategia financiera, o incluso que te lo aprueben pero tengas que satisfacer necesidades financieras antes de que se haga efectivo, en cualquiera de estos escenarios tené en cuenta la posibilidad de un micro-préstamo por internet.
Buenos argumentos para pedir aumento de sueldo
Ahora que sabés cómo hacerlo, tenés que pensar cómo vas a estructurar tu discurso para que sea bien recibido por tus superiores. Te contamos algunos argumentos válidos para pedir un aumento de sueldo.
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- Comparación de mercado: investigá cuánto pagan otras empresas por un puesto similar al tuyo. Es importante que no te compares con otros compañeros de trabajo, esto solo te va a hacer quedar mal a vos con tus superiores y tus pares.
- Datos duros: los datos hablan por sí solos. Cuánto dinero generaste, cuántos productos vendiste: si presentás resultados cuantificables sobre tu performance en la empresa será muy difícil que puedan rebatirlos.
- Valor agregado: ¿Ayudaste a que un proyecto funcionara? ¿Trabajaste más horas de las que te correspondían? ¿Mostraste iniciativa? ¿Hacés más de lo que te piden? ¿Le enseñaste algo a algún colega? Todos estos motivos te agregan valor como empleado y son buenos argumentos para pedir un aumento.
Pero todas estas técnicas y argumentos funcionan cuando ya llevamos tiempo en la empresa. La situación es diferente cuando hablamos de negociar un salario inicial alto y para eso necesitamos otras herramientas.
Cómo negociar el sueldo en una entrevista de trabajo
Si bien para muchos de nosotros definir el sueldo pretendido es muy complicado, tenemos que tomar consciencia de que para la empresa no es un tema personal sino un negocio. Nosotros somos un recurso y si han decidido contratarnos es porque consideran que somos valiosos.
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Por lo general las empresas proponen una cifra menor en la oferta inicial porque esperan que uno negocie. Nosotros también podemos aplicar esta técnica. Es importante no decir exactamente cuánto queremos ganar desde un principio. Si sabemos la cifra exacta, lo mejor es dar una un poco más elevada en caso de que nuestro futuro empleador negocie a menos.
Pero para pedir más tenemos que justificarlo. Te contamos algunos argumentos para que demuestres por qué deberías obtener un sueldo más alto.
- Experiencia comprobable: si llevás mucho tiempo en el mismo ámbito, podés argumentar que tenés conocimientos prácticos en el área que pueden enriquecer a la compañía. Si tenés datos objetivos que puedan demostrar tu aporte en trabajos anteriores, es mejor.
- Formación académica: esto no solo incluye la que ya tenés, sino la que esperás adquirir. Además demuestra que sos una persona proactiva que quiere seguir capacitándose.
- Tu red de contactos: si sos una persona sociable tenés un punto extra para negociar. Tu habilidad para conseguir potenciales clientes o socios es valiosa y merece ser recompensada.
- Mercado: al igual que si estuvieras en la empresa y pidieras un aumento, lo que pagan las demás empresas por un puesto similar también es un buen argumento.
Qué preguntas hacer en una entrevista de trabajo sobre dinero
Preguntar sobre el salario en una primer entrevista nunca es aconsejable. No está bien visto por muchos empleadores que la motivación laboral recaiga sobre el sueldo. Por lo tanto es más importante que te muestres interesado por las oportunidades que existen en este nuevo trabajo que por la plata. Si te va bien en la entrevista, la negociación sobre el salario se dará más adelante.
Una vez que hemos pasado la selección preliminar, podemos preguntar sobre el salario. Sin embargo, hay que ser precavidos al hacerlo. Una buena forma de hacerlo es preguntar por un rango. Por ejemplo, ¿Cuál es el rango de salario que tienen para este puesto?
Por lo general, tu potencial empleador es quien toma las riendas del tema salarial y es el primero en consultar cuánto ganabas en tu puesto anterior. Frente a esto, podés preguntar: “¿Significa que les gustaría ofrecerme el trabajo?”, para obtener una respuesta frontal de su parte.
Pero hay otros factores que influyen en nuestra capacidad de negociación y no son tan racionales como los argumentos o las preguntas. Nuestra primera impresión es fundamental, por lo que te damos algunos tips sobre cómo presentarte y qué ponerte para alcanzar tu objetivo salarial.
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Cómo vestirse para una entrevista de trabajo
Si bien nuestras capacidades no están determinadas por la forma en la que nos vestimos, los empleadores prestan atención a nuestro vestuario para descubrir pautas de nuestra personalidad. Por ejemplo, si somos prolijos, ordenados, creativos o formales. Te damos algunos consejos para impresionar.
- Usá ropa que te resulte cómoda. Si bien queremos mostrar la mejor versión de nosotros mismos, disfrazarnos de algo que no somos sólo sumará un factor de estrés en la entrevista. Usar algo que nos quede cómodo nos relaja y permite demostrar aspectos positivos de nuestra personalidad.
- Usá colores neutros. Si quisiéramos conquistar a alguien vestir de rojo sería muy aconsejable. Sin embargo, en una entrevista de trabajo tenemos que demostrar seriedad y responsabilidad, y nada mejor que los colores neutros para hacerlo. Para los hombres, los colores más adecuados de camisa son el blanco o el celeste con traje gris, azul o negro. Para las mujeres se pueden incluir los tonos beige.
- Zapatos limpios. Es fundamental que tus zapatos estén lustrados y prolijos. Son una de las prendas que los entrevistadores más comprueban porque solemos olvidarnos de ella. En el caso de las mujeres, es preferible usar zapatos cerrados que sandalias.
- En roma, como los romanos. Si te dicen que se trata de una entrevista informal, vestite acorde. Una forma muy fácil de hacerlo es ir a lo seguro: en el caso de las mujeres, pantalón negro y blusa blanca; en el caso de los hombres, pantalón de gabardina y camisa sin corbata.
En caso de que todas las estrategias fallen, existen otras soluciones. Por ejemplo, podemos pedir un préstamo personal hasta que finalmente logremos el aumento o el sueldo que deseamos.