Muchas veces escuchamos a amigos o familiares quejarse porque la cama o el sillón les da alergia o sienten comezón al despertar. Probablemente se trate de ácaros, unos microorganismos presentes en el polvo que generan alergia en gran parte de la población. Por suerte, se puede minimizar su efecto: te contamos cómo eliminar los ácaros de diferentes superficies y descansar mejor.
Cómo eliminar los ácaros
Picazón e irritación en la piel, rinitis, asma, congestión nasal, fiebre, estornudos, ojos rojizos y con picazón: esos son algunos de los síntomas de la alergia. Si te sentís identificado o escuchaste algún ser querido quejarse de estos problemas, esta nota es para vos.
Qué son los ácaros
Antes de pensar en combatirlos, debemos saber contra qué nos enfrentamos. Los ácaros son una subclase de arácnidos muy pequeños. La mayoría de estos “bichitos” no son visibles al ojo humano y alcanzan bastante menos de un milímetro de longitud.
Son uno de los grupos más antiguos de animales terrestres y están distribuidos por todo el mundo, adaptados para vivir en todos los medios conocidos del planeta. Se encuentran de forma habitual en los hogares, ya que viven en el polvo. Están presentes en todo tipo de tejidos, sobre todo en los colchones y almohadas, así como en tapizados y alfombras.
Es muy común que, debido al polvo, la transpiración y las células muertas de nuestra piel, se vayan formando acumulaciones de ácaros en nuestra cama, lugar donde pasamos nuestras horas de descanso. Estos bichos pueden ocasionar algunos problemas de salud, como alergias, enfermedades respiratorias, infecciones y otras. Por eso es super importante eliminar aquellos que viven a nuestro alrededor.
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Cómo eliminar los ácaros
Compartimos algunas medidas muy sencillas que podés adoptar para eliminar los ácaros de tu ecosistema hogareño.
Luz solar
La luz solar ayuda a matar los ácaros del polvo. Por lo tanto, una buena forma de alejar estos microorganismos de tu casa es colgar la ropa, las sábanas y otros objetos que puedan acumular polvo en el exterior bajo la luz solar directa, especialmente aquellos artículos más pesados. Además, es fundamental abrir las cortinas y persianas para dejar que la luz natural ingrese en el interior.
Higiene de sábanas
Ventilar nuestra ropa de cama no es suficiente, ya que también debemos lavarla. La clave está en hacerlo a una temperatura que supere los 60 grados, ya que ese es el mínimo para acabar con los microbios. También es importante que las cambies seguido. Si no tenés suficiente ropa de cama, deberías comprar un par más. Es una buena inversión, especialmente si sos alérgico al polvo.
Mantenimiento de alfombras
Las alfombras son íntimas amigas de los ácaros, especialmente las moquetas. La recomendación general es evitarlas de lleno o ser muy cuidadosos con la limpieza. Esto implica ventilarlas, aspirarlas y sacudirlas constantemente si no queremos llenar la casa de microbios.
Ventilación
Otra forma de eliminar los ácaros es ventilar a diario todos los ambientes de la casa, especialmente los lugares de dormir. Lo ideal es abrir las puertas y ventanas al menos 30 minutos diarios para que corra el aire y refresque nuestro hogar. Lo mismo debemos hacer con las sábanas, mantas y almohadas cuando nos levantamos.
Un punto que a la mayoría le da fiaca pero es clave en nuestra batalla contra los ácaros es airear los colchones. Este ingrediente fundamental de la cama es uno de los hábitats más comunes de los microorganismos y, por lo general, obviamos su limpieza. Lo ideal es ventilar el colchón cada dos semanas o usar una funda antiácaros.
Purificar el aire
Reducir la humedad de la casa puede ayudar a disminuir la presencia de microorganismos en casa. Por eso, la recomendación de los expertos es que nunca sobrepase el 50 por ciento. Para ello, podemos recurrir a distintos aparatos, además del aire acondicionado.
- Purificador de aire: estos aparatos destruyen las partículas orgánicas presentes en el aire, los alérgenos de los ácaros. También consiguen reducir la presencia de estos insectos en el ambiente de forma indirecta, eliminando los hongos fundamentales para su metabolismo. Existen múltiples modelos en el mercado y la mayoría son muy silenciosos.
- Plantas que purifican el aire: en lugar de comprar un dispositivo, podemos usar plantas para renovar el ambiente. El potus o la palmera de bambú son buenas alternativas para incorporar al hogar porque, además de ser útiles en la lucha contra los microbios, son hermosas.
- Ozonizador de aire: tiene el mismo propósito que el purificador pero funciona con otra tecnología. La ozonización es un modo eficaz de acabar con virus, bacterias y tóxicos sin usar químicos en la casa.
- Filtro de aire acondicionado: si en lugar de usar purificadores optamos por aprovechar el aire acondicionado para purificar el aire de nuestra casa, es importante limpiar los filtros frecuentemente. Este electrodoméstico mantiene limpio y fresco el aire dentro de la casa y no deja que penetre el del exterior, lo que ayuda reducir la exposición a pólenes y hongos. Existen múltiples tipos de filtros y se pueden usar enfriadores o calentadores de aire con este fin.
Alergia a los ácaros
Si ya tomamos todas las medidas necesarias para eliminar los ácaros de nuestra casa pero seguimos sintiéndonos mal, lo más probable es que debamos atacar la alergia directamente y no sólo la fuente.
Los síntomas más comunes son estornudos, goteo o congestión nasal, picazón de la garganta o los oídos, urticaria, inflamación de los párpados, picazón en los ojos y tos, silbido y falta de respiración. La alergia puede tener un solo síntoma o varios. Si se dan de forma reiterada, además de limpiar la casa podemos combatirla de otras maneras.
Cómo combatir la alergia
Lo primero que hay que hacer si tenemos alergia es ir al médico, que es quien debe evaluar el cuadro y recomendar los pasos a seguir. A nivel general, las sugerencias que existen para las personas alérgicas incluyen desde medicamentos de venta libre hasta vacunas y drogas más potentes para casos severos.
- Medicamentos: para aliviar los síntomas de la alergia se pueden tomar distintos medicamentos, como antihistamínicos, descongestionantes, atomizadores nasales o gotas para los ojos. No es bueno tomarlos sin el consejo de un médico, aunque sean de venta libre. Algunos tienen contraindicaciones importantes.
- Vacunación: existen vacunas para combatir este tipo de patología, pero deben ser recomendadas por nuestro médico de confianza. Esto se debe a que algunas personas las necesitan cuando no pueden evitar un alérgeno. Las vacunas contienen una pequeña cantidad de aquello que nos genera alergia y, con el tiempo, el cuerpo se acostumbra y deja de reaccionar.
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