Muchas veces se asocia erróneamente a la mujer con la decoración, quizá por una tradición que tiene que ver con las amas de casa. Pero lo cierto es que en las últimas décadas nuestra sociedad cambió tanto que los hombres han dejado de ser meros espectadores en muchas cuestiones diarias, como la cocina, el cuidado de los niños y los quehaceres domésticos, para ponerse al frente de cuestiones que también los atañan a ellos, y que hasta disfrutan como hobby en algunos casos.
Además, si tenemos en cuenta, que cada vez son más los hombres que viven solos, ya sea por ser solteros o separados, y buscan su propio espacio.
Y aquí es donde vemos que los colores pastel, los estampados florales, la vajilla de porcelana heredada de la abuela y decenas de almohadones esparcidos por toda la casa están cuasi prohibidos.
Es seguro que si uno entra al departamento de un hombre solo o de una mujer sola puede decir en un santiamén si es femenino o masculino. Lo más seguro es porque en los espacios masculinos menos es más y el lema es la simplicidad.
Cuantos menos muebles haya, ¡genial!; y cuanto más cómodos y funcionales sean, aún mejor.
En un espacio masculino nunca falta el rincón de recreación, y si es deportiva mejor: desde aparatos o accesorios para hacer ejercicio –como una bolsa de boxeo o una cinta de correr-, una TV de 60 pulgadas para ver desde fútbol hasta tejo playero en pantalla gigante… La oferta “deco” para varones es amplia y parte de una premisa: el hombre prefiere más espacio que muebles.
El lugar no solo tiene que ser lo suficientemente espacioso para que el propietario se sienta cómodo sino también para que tooodos sus amigos se sientan como en su casa. No puede faltar tampoco una heladera llena de cerveza y alguna cosita para picar… No hay demasiado que sumar: lo simple prevalece ante todo.
En caso de espacios para varones adolescentes o jóvenes, nada como buenos puffs, muebles con onda y almohadones y cuadritos o vinilos con toques masculinos pueden quedar de maravilla.
En los lugares de chicos, lo que predomina son los materiales robustos como el hormigón, el hierro, el vidrio, el acero o la madera que van acompañados perfectamente con tejidos naturales y resistentes, como la piel, el terciopelo, el algodón o la lana.
La paleta de colores no sale mucho de los claros como blanco o beige y, casi sin escalas, llegan a los más oscuros de azules y grises, sin dejar fuera al infaltable negro, consiguiendo así espacios sobrios y muy elegantes.
Si hay algo que define los espacios masculinos son los muebles de líneas rectas, puras y de formas lisas. Y algo que define la decoración simplista es la escasez de adornos para dar un aire sencillo, sobrio y sofisticado. Siempre con pocos elementos pero muy bien escogidos. Algo que se repite en este tipo de espacios son los muebles de calidad y el estilo contemporáneo, dando como resultado ambientes elegantes, sencillos, prácticos y fáciles de limpiar
Pero este estilo simple y práctico no quiere decir que no haya ninguna decoración en los ambientes: Los cuadros abstractos, las esculturas, recuerdos de viajes, relojes de arena, algún que otro elemento metálico -como vasijas, cuadros escultóricos, marcos de fotos, lámparas, etc.- y las infaltables fotografías, predominando las de blanco y negro. Es muy común ver la estética British con las típicas láminas o vinilos de “Keep Calm” o almohadones con la bandera inglesa.
La decoración no es fácil y para ello existen millones de profesionales que trabajan de eso. Pero si la idea es hacerlo por nuestra cuenta, aquí dejamos algunas claves importantes a tener en cuenta antes de adentrarse en este fascinante mundo deco.
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