Julio Abancéns es socio director comercial de la empresa iBath Argentina que lanzó al mercado equipos de inodoros inteligentes que mundialmente se llaman “Smart Toilet”.
“Los conocimos hace muchos años en Japón. Se trata de una tecnología que se desarrolló en ese país hace treinta años. Nos quedamos fascinados con esto y pensamos que era algo que podría llegar a Argentina”, señaló Abancés.
El empresario que revolucionó el mercado con este avance tecnológico, confortable y ecológico continúa: “hace tres años en un viaje a Oriente decidimos hacer el recorrido para traer la tecnología a nuestro país. Así iniciamos un proceso, una investigación, nos pusimos a trabajar en el desarrollo. Viajamos a Japón, a China, a Corea, todo un recorrido. Luego cuando tuvimos el equipo, hicimos un trabajo en Argentina para tener todas las autorizaciones, seguridad eléctrica, de comercio y esos dos años de trabajo terminaron en el lanzamiento que estamos haciendo en Argentina de los Smart Toilet por primera vez en el país. Somos los primeros en traerlos”.
El empresario describió tres cualidades de los equipos:
Con respecto al diseño, explicó que “desarrollamos algo muy moderno y muy lindo que además de contar con una tecnología maravillosa, decorara el ambiente. Tiene una altura y una tapa ergonómica desarrollada para el mejor confort. Además cuenta con varias funciones, desodoriza el ambiente -porque tiene un filtro de carbón que toma las partículas carbónicas y las elimina-, la tapa del inodoro toma temperatura que puede regularse para sentirse confortable. Tiene el bidet incorporado y se puede elegir la temperatura a la que se quiere que agua, hace masajes con el agua, tiene bidet frontal y posterior, se puede regular la presión del agua, seca con aire caliente y cuando te levantás el inodoro solo hace la descarga”.
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Otra de las cualidades tiene que ver con la salud. “Las recomendaciones son el uso del bidet para lavarse con agua y el secado para que no quede humedad, además para alguien con dificultad de movilidad o para una persona grande, es beneficioso porque no tiene que mudarse hasta el bidet. Tiene todo resuelto”.
Sobre el cuidado del ecosistema, puntualizó que “son equipos que descargan 3,8 litros de agua contra el más ecológico de los nuevos manuales que gastan 8 litros y los de pallet que por ahí gastan 15 litros. Cuando se hacen cuentas y vemos la cantidad de agua que se ahorra con el sistema, es fabuloso”.
“Lo primero que hicimos fue un estudio de mercado cualitativo -detalló el empresario de iBath Argentina- para entender la aceptación. Nos encontramos que al público argentino, que tiene mucha costumbre de uso del bidet, le parecía sensacional. Además se observa algo aspiracional sobre las nuevas tecnologías, ya que hay un mercado acostumbrado a consumirlas y a tener lo último”.
En relación al costo final, afirmó:
“Es cierto que el equipo sale 41 mil pesos finales, pero cuando se piensa en remodelar un baño o construir uno nuevo, en general se compra un equipo de diseño, más un bidet, más grifería, más las tapas, entonces se gasta un número parecido. Además se ahorra un metro cuadrado que ocupa el bidet y esto trasladado en costos de construcción es muchísimo”
En cuanto a la tecnología, consideró que “en el tiempo es un camino ineludible por el que todos tendremos que tener la conciencia del uso restringido del agua. Además hay otra cosa interesante en la descarga, no solo consume menos agua, sino que tiene un doble sistema, el de ciclón- en el que el agua gira al desagotar- y una segunda descarga con otra entrada de agua más abajo que se llama sifonic y tira potencia por lo que hace que los inodoros no se tapen más, por lo que gastan menos agua y no se tapan”.
El equipo se desarrolló en el exterior y se importa el cien por ciento. Sin embargo, “hay un plan de trabajo a cinco años para alcanzar la mayor cantidad de integración nacional que vamos a poder hacer con algunas cosas, porque otras estamos algo lejos en lo tecnológico”.
El producto tiene tres años de garantía, la instalación es sencilla y es la estándar de Argentina, diseñado para que la descarga esté ubicada según la costumbre de construcción del país.
“No tiene mochila, con lo cual la instalación se hace directo a la red de agua, lo único diferente de un inodoro estándar es que requiere electricidad, por lo tanto hay que tener un enchufe. El equipo es electrónico, se maneja como una computadora. Si se corta la luz tiene una batería interna que está siempre recargada y permite que siga haciendo la descarga durante tres días. El corte de luz limita las funciones y sigue accionando como un inodoro común”, contó.
La empresa cuenta con un servicio técnico especializado ante cualquier inconveniente. “Es un equipo testeado y probado, muy tecnológico con un rendimiento muy bueno que no tiene fallas. Pero ante cualquier dificultad hay un soporte técnico. No sólo importamos los equipos que desarrollamos, sino también los repuestos y las partes”, concluyó.
Explicó que “solo hay que comunicarse a la página www.iBath.com.ar y desde ahí se puede hacer la compra, se cotiza el envío desde Buenos Aires a la puerta de su casa en el interior; en el Gran Buenos Aires y capital es gratuito.
Con los desarrolladores tomamos contacto y la respuesta es inmediata, ayudamos para que los equipos lleguen a la mayor cantidad de lugares posibles”.
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