Aunque serán pocos los afortunados que puedan disfrutarla, Londres contará en un futuro no muy lejano con una de las piscinas aéreas más increíbles no apta para temerosos de las alturas. Se trata del proyecto que está desarrollando el estudio de arquitectura británicoHAL Arquitects para el espacio residencial de lujo Embassy Gardens situado a orillas del río Támesis.
Este verano se ha iniciado la construcción del conjunto arquitectónico que estará terminado en 2017 y que cuenta, como principal atractivo, con su propia piscina aérea con fondo de cristal suspendida entre dos edificios de apartamentos de diez plantas. Con 27 metros de largo por 5 de ancho y 3 de profundidad, este elemento arquitectónico ha enamorado a más de uno en Twitter a pesar de un escalofriante dato: el cristal que contendrá agua y nadadores tendra un grosor de tan sólo 20 centímetros suspendido en el aire.
