Este proyecto llamado “El Kit de la casa JF” (Jane Fonda) propone un sistema que desde el juego naif nos plantea la realidad del gasto de energía que produce una casa inútilmente.
Para cada elemento programático de la casa tradicional se propone un ejercicio conceptual dotado de mecanismos básicos que invitan al usuario a realizar diversas actividades físicas con el fin de crear la energía necesaria para la función específica.
La base conceptual del proyecto se consigue mediante el enfoque en distintos aspectos concretos.
En la escala urbana, el marco de madera ligero que estructura la casa apoya una vivienda económica y dinámica que es trasplantada y fácilmente montada en cualquier sitio, adaptación de una especie de carácter autosuficiente de parásito, según explicaron los autores.
En la escala económica, la producción de energía a sangre elimina la necesidad de recursos no renovables mientras simultáneamente promueve estilos de vida saludables.
La energía que generamos se hace visible y tangible como producción instantánea y rinde resultados funcionales palpables inmediatos.
Por la noche la relación cinética se revela a través de luces de LED de bajo consumo de energía.
La propuesta es básicamente el uso de energía que genera un individuo maximizada económicamente para producir energía externa al organismo que a su vez tiende al bienestar comunitario.