Una taza se ajusta para conseguir la temperatura ideal de cada bebida

Es lo último en recipientes térmicos. Combina tecnología y diseño. Pura funcionalidad.

Con la tecnología térmica avanzada que desarrollaron, los muchachos de Ember se enfrascaron en el objetivo de crear el control preciso de la temperatura para los alimentos y bebidas y, a su vez, conseguir que esa temperatura se mantenga durante una gran cantidad de horas. A partir de trabajar asociados con “Ammunition”, consiguieron el primer producto de la compañía, la taza Ember.

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Esta taza fue diseñada para añadir comodidad y placer al simple pero significativo hecho de tomar cualquier bebida, sin vernos forzados a interactuar con complicados controles extravagantes y por otro lado, buscando aumentar la cantidad de líquidos que consumimos.

El objetivo primario de diseño del equipo era utilizar la tecnología para aumentar ligeramente las comodidades que la gente ya espera de un recipiente térmico, añadiendo el menor número de características visibles como sea posible.

Un botón táctil detrás del símbolo de “encendido” de la taza revela la temperatura a la que se encuentra la bebida, temperatura que fue determinada por quien va a beberla. La base de la taza es en realidad un dial de diseño sutil, que puede rotarse para ajustar la temperatura del líquido. La tapa tiene un mecanismo de empuje que sella de forma segura el líquido y evita los derrames, junto con un diseño de apertura de 360 grados para que los usuarios pueden beber desde cualquier lado. El implemento de carga de la batería es un anillo que abraza a toda la taza, de contacto circulares elegantes, por lo que la “Ember” se puede cargar sin orientación específica.

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Una pantalla que se ilumina en la taza permite a los usuarios saber cuándo su café está en el punto justo de temperatura, y no hay necesidad de ajustarla de nuevo a menos que quieran cambiarla, ya que la taza logra mantener durante horas la temperatura de la bebida.

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En esa misma pantalla también se puede comprobar el nivel de la batería de la taza, si está encendida o apagada y notificarse cuando la bebida se ha calentado o enfriado alcanzando la temperatura ideal determinada por el usuario. Una aplicación que puede usarse en un smartphone permite controlar todas estas cosas a distancia.

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