La vegetación y el arbolado son una parte muy importante de nuestros espacios públicos, cumplen múltiples y beneficiosas funciones en las ciudades.
Además de la función ornamental, embelleciendo los espacios y aportando una calidad paisajística indiscutible, son capaces de transformarlos, añadiéndoles funciones recreativas o de esparcimiento.
Aunque se están investigando técnicas artificiales para reducir la contaminación atmosférica, hoy por hoy la vegetación es la máquina más eficiente en este sentido
Los árboles son los auténticos pulmones de las ciudades y además atrapan y sostienen partículas contaminantes en suspensión, que son lavadas por la lluvia.
Climatológicamente también son altamente beneficiosos, los árboles retienen el agua en el suelo y permiten que se filtre hacia los acuíferos, por lo que pueden evitar la erosión y desertificación de las superficies.
También evaporan parte del agua que recogen: es necesaria la concentración de agua en la atmósfera para que el agua se condense y se precipite en forma de lluvia.
La OMS le atribuye a la vegetación efectos terapéuticos, como la reducción de tensión y la fatiga
La adecuada elección de las especies es fundamental para obtener todos los beneficios que buscamos, según los problemas que queramos paliar o los beneficios que queramos obtener.
*Sergio Carrieri, ingeniero agrónomo y presidente del Consejo de Defensa del Arbolado Público de Mendoza.
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en:
Politica de Privacidad