Colegios de elite: tomas, un abuso y la obligación de parar y pensar
La noticia del abuso de una nena de 14 años por parte de un alumno de 18 durante la toma del Colegio Nacional Buenos Aires y la reacción de algunos padres y autoridades disparó un fuerte debate en redes. Compartimos la opinión en Twitter de Nicolás José Isola.
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En los colegios de la élite se veda el espacio público y se violan chicas en silencio. ¿Ahí está la Argentina del mañana?
¿Dónde están todos los padres de esos alumnos que se jactan de ser la avanzada cultural del Porvenir?
Dejaron que sus hijos violaran un espacio público. Y algún imberbe quiso violar algo más. Ese es el problema de los malos comienzos morales.
Muchos padres y madres de esos adolescentes deberán hacerse cargo de haber transformado una institución en un bunker de lo más oscuro.
Nadie puede chuparse el dedo acá. Nos conocemos entre todos. Se abrió la puerta a la peor barbarie con connivencia adulta.
El progresismo argento es de un conservadurismo supremo. Tras sus napas declamatorias libertarias yace una herrumbre arcaica y machista.
Me voy a sentar a esperar a ver cómo padres y madres intelectuales construyen subordinadas complejas para desresponsabilizarse del horror.
A algunos los enardecían más las pasantías que las violaciones.
Solo quiero decir que, desde mi perspectiva, el patriarcado no viola. Los que violan son personas, individuales y horrorosas.
Decir que el patriarcado viola es recurrir a una explicación platónica (universal e ideal) que no resuelve los asuntos in re. Sólo desvía.
Nicolás José Isola es Investigador. Profesor y Licenciado en Filosofía. Especialista y Magister en Educación. Doctor en Ciencias Sociales. Su espacio en Twitter @NicoJoseIsola
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