Estamos habituados a ver fotos y videos de grandes urbes sumidas en inmensas nubes de polución. Especialmente de las enormes ciudades del sudeste asiático. Son imagenes alarmantes y ponen en evidencia lo peligrosa que puede ser la vida cotidiana en esos lugares, pero común. Ahora, sin embargo, cada vez son más las ciudades europeas y americanas que deben hacer frente a índices de contaminación que ponen en peligro la vida humana.
Según un estudio desarrollado por la OMS. alrededor del 80% de las personas que viven en zonas urbanas están expuestas a niveles de calidad del aire que no respetan los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según este estudio, el 98% de las ciudades de más de 100.000 habitantes en países de renta subdesarroollados y en desarrollo no respetan las líneas directrices de la OMS en términos de calidad del aire.
Una de las iniciativas más completas y actualizadas de aquellos que velan por la calidad del aire que respiramos es la impulsada desde 2007 por el Índice de la Calidad del Aire (World Air Quality Index), que recoge todos los últimos datos de qué es lo que respiramos y de las implicaciones para la salud que puede conllevar hacerlo.
Los datos no engañan. Varias ciudades europeas se tiñen de naranja, como París o Londres. El norte de Italia (Milán), los Países Bajos o ciudades como Brno (República Checa) el rojo empieza a predominar. Y en algunos puntos de Serbia y Macedonia, el lila alerta que la situación es dramática.
En Hispanoamérica, la cosa no es tan complicada a excepción de las grandes concentraciones en México.
El mapa que han confeccionado es revelador. Con información de más de 70 países, cubriendo más de 9.000 estaciones en 600 grandes ciudades, las medias de cada punto recogido se dividen por colores:
– Verde: Nivel bueno (0-50). La calidad del aire se considera satisfactoria, y no hay riego sanitario
– Amarillo: Nivel moderado (51-100). La calidad del aire es aceptable. Pese a ello, por algunos contaminantes puede haber un problema moderado de salud para un número muy pequeño de personas, aquellas que sean inusualmente sensibles a la contaminación del aire.
– Naranja: Nivel insalubre para grupos sensibles (101-150). Algunas personas sensibles pueden sufrir algún efecto negativo en su salud. El público general no debería quedar afectado.
– Rojo: Nivel insalubre (151-200). Los efectos negativos se pueden extender a toda la población. Los más sensitivos sufrirán serios problemas de salud
– Morado: Nivel muy insalubre (201-300). Emergencia sanitaria.
– Granate: Nivel peligroso (+300). Alerta sanitaria extrema. Toda la población sufrirá serios problemas de salud.
Dentro de cada una de las calificaciones, quienes naveguen por el mapa pueden valorar varios niveles de polución: partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2.5), de menos de 10 micras (PM10), NO2, SO2 y CO.
La contaminación del aire, debido a concentraciones elevadas de pequeñas partículas (MP10), y de partículas finas (MP2,5), que contienen sulfato, nitratos y carbono negro, supone el principal riesgo medioambiental para la salud.
Según los expertos, que han comparado los niveles de partículas finas en 795 ciudades de 67 países, los niveles mundiales de contaminación atmosférica en el medio urbano aumentaron un 8% entre 2008 y 2013.
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