El gobierno sueco quiere rebajar impuestos para incentivar las reparaciones de todo tipo de productos, una medida que choca de frente con la cultura actual de usar y tirar. La idea es empezar a contrarrestar la costumbre de tirar y reemplazar porque sale más barato comprar algo nuevo que reparar algo averiado que ya tenemos. Además, estimular los trabajos manuales y el movimiento.
El parlamento Sueco ahora discute la reducción del IVA para las reparaciones de de bicicletas, ropa y calzado, una bajada del 25% actual al 12%. En cuanto a la reparación de electrodomésticos, los suecos podrían solicitar la devolución del 50% del coste de mano de obra de la reparación.
Suecia es un país preocupado por su huella de carbono desde hace ya muchos años, de hecho reduce sus emisiones de CO2 año tras año, desde 1990 ya las ha reducido un 23%. Produce más de la mitad de su electricidad a partir de energías renovables.
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Además aprovechan toda su basura, y la de otros países porque con la suya no tienen suficiente, para generar electricidad.
Otro tema pendiente ya será el luchar contra los grandes productores y la obsolescencia programada de sus productos. Para ello, ya se están creando certificaciones para empresas que fabriquen sin vencimiento programado.