Cada vez con mayor frecuencia, todos los países que cuentan con problemas de desarrollo buscan parecerse a aquellos países donde esta cuestión está resulta desde hace varios años. En la mayoría de los casos, se buscan respuestas a problemas sociales, culturales o de seguridad.
En este sentido, la educación en Dinamarca es una de las más evolucionadas y por eso es el modelo a seguir de muchos otros países. Un ejemplo de esto es que los niños daneses no sólo reciben educación tradicional, como lengua y matemática, sino que también le dan mucha importancia a la cuestión emocional, incentivando su educación.
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Educación danesa: enseñar empatía
Dinamarca es uno de los países que tiene indicadores más altos en cuanto al bienestar social de sus habitantes. Entre esos indicadores, se destaca que es uno de los países más felices del mundo y la calidad de su educación, ya que los daneses vienen hace tiempo haciendo cambios muy drásticos a sus modelos educativos.
En Dinamarca a los niños de entre los 6 y los 16 años se les enseña a entender y empatizar con los demás, y a confiar en que pueden contar con los otros
Uno de los cambios más importantes consiste en enseñarle a los niños que son parte de la sociedad y a formarse como buenas personas preocupadas por los demás, debido a que estos valores son tan importantes como formarse en la materias de la currícula como matemática o historia.
Para lograrlo, los niños tienen clases especializadas y así desarrollar habilidades que les permiten crecer con pautas claras para mantener una buena convivencia entre sus pares.
Las clases que permiten este tipo de educación son las de empatía, por eso los niños entre 6 y 16 tienen una hora a la semana en que se trabaja en desarrollar la habilidad de preocuparse por los otros.
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En la clase de empatía se arman grupos de niños y se construyen situaciones en las que los niños aprenden a desarrollar y valorar la empatía con sus compañeros. Una técnica puede ser que los niños hablen de sus problemas y el resto de sus compañeros, dedicados a prestar atención y con ayuda del maestro, tratan de brindar opciones para solucionar alguna de esas situaciones.
Una de las cosas que los niños aprenden con estas técnicas, es que descubren que los problemas que sufren son únicos para ellos, pero generales para todos. Al comprender esto, es más sencillo ponerse en lugar de los otros para juntos poder encontrar soluciones creativas y aliviar los pesares de una situación difícil.
Una parte fundamental para desarrollar la empatía y que funcione bien, es lograr la confianza para abrirse a los demás y compartir el problema, sin miedo a ser juzgados.
Los resultados que se muestran en este país es muy positivo. Esto se debe a que invierten tiempo para tratar problemas que en otras parte del mundo no se les da importancia.
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Si te interesó esta nota, te compartimos un video que preparamos en Buena Vibra para el Día del Maestro que brinda un hermoso mensaje para aquellos maestros que buscan despertar la curiosidad e incentivar a los niños para que busquen su propio camino.
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