Cuando uno se convierte en padre, las cosas cambian de la noche a la mañana, desde el horario de trabajo hasta la forma en que nuestro cuerpo se adapta a estos cambios. Los padres hacen todo lo posible para asegurarse de que sus hijos estén contentos y tengan todo lo que necesitan.
Si bien algunos podrían no alcanzar a darles a sus hijos todo lo que necesitan, eso no significa que no se esfuercen y hagan todo lo posible para que la vida de sus hijos sea la mejor a la que pueden llegar.
Y este padre que el fotorreportero conoció en Bangladesh no es diferente. El fotógrafo documental bengalí GMB Akash cuenta la historia – a través de un post de Facebook – de un padre, identificado como Idris, quien a pesar de todas las probabilidades, aseguró que sus tres hijas obtuvieron una buena educación y no quedaran expuestas a la dependencia de nadie.
Idris, un limpiador de calles de salario diario, le contó al fotógrafo que se avergonzaba y no podía decirle a sus hijas a lo que se dedicaba para ganarse la vida. De hecho, cada vez que su hija menor le preguntaba qué hacía, le contestaba que era obrero. “Antes de volver a casa solía tomarme una ducha en un baño público para que no tuvieran ningún indicio del trabajo que estaba haciendo”, le dijo a Akash.
Quería educar a sus hijas para que pudieran llevar una buena vida, algo que él no había podido hacer. “Nunca quise que nadie los mirara como me miran a mi, la gente siempre me humillaba”, agregó.
Idris le contó a Akash que él invirtió cada centavo que ganó en la educación de sus hijas y les compró los libros en vez de comprar cosas para sí mismo. Y ahora parece que su sueño de ver a sus hijas con una buena vida se está haciendo realidad. Él dice que sus esfuerzos han dado sus frutos y una de sus hijas está ya por terminar la universidad pronto.
A pesar de este esfuerzo que él hacía, cuando llegó el día, no tuvo dinero suficiente para costear la matrícula de la universidad. “No pude trabajar ese día. Me senté a un lado de la basura y traté de esconder mis lágrimas. No tenía fuerzas para trabajar”, recuerda el hombre, según el relato compartido por GMB Akash.
En ese momento, sus compañeros de trabajo le entregaron todo el dinero que habían ganado durante aquella jornada para que Idris pudiera cumplir su sueño. “Moriremos de hambre hoy si es necesario, pero tu hija debe ir a la universidad”, le dijeron.
Las hijas no dejan ahora que Idris trabaje más y son ellas las que ahora ganan el suficiente dinero para sostener a la familia y ocuparse del cuidado de su padre. “No me dejan trabajar, una de ellas tiene un trabajo a tiempo parcial y tres todavía van a clases. Quien tiene semejantes hijos, cómo podría considerarse pobre”, concluye Idris.
Akash tiene numerosas historias de este tipo para contar y todas están disponibles en su página de Facebook. Nacido y criado en Bangladesh, Akash ha ganado más de 80 premios internacionales y su trabajo ha sido presentado en más de 70 publicaciones internacionales, entre ellas The Guardian, Vogue, The Sunday Times, Marie Claire y The Economist.