Según se concluye de un informe realizado por el Monitor Global de Emprendedorismo (GEM, por sus siglas en inglés), indicador que elaboran una serie de entidades en el mundo el 44,3% de los argentinos ve buenas oportunidades para comenzar un nuevo negocio en los próximos seis meses,
El informe fue presentado por Silvia Torres Carbonell, la directora del Centro de Emprendedores del IAE, representante en Argentina del GEM, del cual participan instituciones como el Instituto Tecnológico de Monterrey y la Escuela de Negocios de Londres.
Global Entrepreneurship Monitor, el estudio más importante sobre esta actividad en el mundo, define a la Argentina como un país vulnerable al ecosistema del cual es parte. Es decir, si bien la actividad emprendedora aumentó en la última década, su comportamiento ha demostrado ser cíclico, siguiendo el “estado de ánimo” de la economía imperante.
En 2016 en la Argentina se realizó una muestra regional de 3.000 casos aplicando la metodología del GEM que incluyó 1.500 casos localizados en la ciudad de Buenos Aires, que forma parte del estudio por tercer año consecutivo, y el resto repartidos en el resto del país.
El estudio destacó que “el 44,3% de los argentinos ve buenas oportunidades para comenzar un nuevo negocio en los próximos seis meses”, y precisó que “si bien esa proporción está dos puntos porcentuales por debajo del mismo valor en 2015, está más de 10 puntos por sobre el valor del 2014, que era 32%”.
La tasa de actividad emprendedora en el país había aumentado 4 puntos porcentuales con respecto al año anterior (de 14 a 18%), según surge del estudio aplicando el método internacional del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y realizado por el Centro de Entrepreneurship del IAE Business School.
“Una alta tasa emprendedora no necesariamente es positiva. Porque puede ser que la necesidad de emprender un negocio sea porque quienes lo hacen no encuentran posibilidades para insertarse en el mercado laboral”, remarcó Torres Carbonell, quien puntualizó que “una elevada tasa de emprendedorismo no se corresponde con un país desarrollado”.
Sin embargo, de acuerdo con el informe reciente, la Argentina muestra un leve descenso en los indicadores relevantes, y en especial se destaca una caída de la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) en Etapa Temprana y de todos sus componentes.
Además, se observa el mantenimiento o leve baja de aquellos indicadores que reflejan las actitudes emprendedoras como la percepción de buenas oportunidades para comenzar un nuevo negocio.
Torres Carbonell indicó que “las actitudes emprendedoras en Argentina han bajado levemente, pero no reflejan proporcionalmente la baja en la TEA, algo que genera buenas expectativas para el ciclo 2017 ya que la cultura emprendedora va permeando e instalándose a la sociedad”.
Subrayó que “la percepción de capacidades para comenzar un nuevo proyecto tiene una diferencia mínima interanual menor al 0,5%”, y remarcó que “en 2016 el 61% de los argentinos respondió que siente que tiene las habilidades necesarias para emprender”.