Existe un término médico que define a aquellas personas que no reconocen su enfermedad o sus dificultades: anosognosia. El hecho de que estas personas no adviertan los síntomas que padecen o les resten importancia, complica su tratamiento porque suele retrasar la consulta y la búsqueda de soluciones.
Leé más: Facundo Manes: familia y educación pública, dos poderosas herramientas de transformación
En nuestro país parece darse un comportamiento similar. Nos encontramos reviviendo los mismos problemas década tras década como si fuera un círculo vicioso del que no podemos salir. Tampoco logramos unirnos tras un proyecto de desarrollo verdaderamente equitativo y sostenible. Lo que nos está faltando es que identifiquemos y reconozcamos la gravedad dela situación para poder encarar la solución más efectiva.
Argentina: un país profundamente desigual
Estadísticas recientes nos dicen que al menos un tercio de la población vive en la pobreza. Cuatro de cada diez chicos presentan algún tipo de malnutrición. Más de un millón y medio de personas pasan hambre. Además, la calidad educativa se ajusta cada vez menos a los estándares internacionales y a las necesidades reales –presentes y futuras- de nuestros niños, niñas y jóvenes.
Mientras tanto, el presupuesto para investigación y desarrollo científico-tecnológico, que es el verdadero camino hacia el desarrollo económico y social, continúa reduciéndose.
Podés leer: La ciencia explica por qué “la grieta” política se hace cada vez más profunda
¿Por qué es tan importante la educación?
Mentirnos a nosotros mismos, creernos “condenados al éxito” no nos ayuda y además dificulta el camino al verdadero desarrollo. Los cambios reales no se logran por arte de magia, se logran gracias a la planificación y la inversión estratégica sostenida en el tiempo. Y, por sobre todo, se logran gracias al compromiso de todos sus ciudadanos y ciudadanas.
Esta es nuestra realidad y, como sociedad, debemos asumir la situación
Estabilizar la economía: una meta digna y alcanzable
Aunque no nos va a transformar en un país desarrollado de la noche a la mañana, debemos sentar las bases para que la Argentina que soñamos sea un derecho de todos y no un privilegio de pocos. Por todo esto, es fundamental mejorar el sistema educativo y fortalecer el sistema científico tecnológico.
Un futuro mejor para todos implica invertir en el desarrollo humano, en las personas
El conocimiento no puede ser para unos pocos. Nuestra misión debe ser construir una Argentina donde cada uno, sin importar de dónde vengamos, pueda alcanzar sus sueños. Ya conocemos el diagnóstico.
También podés leer: Facundo Manes: enfrentar el miedo
Es hora de dejar de lado los egoísmos de la política y encarar, de una vez por todas, el tratamiento: un proyecto de crecimiento sustentable e igualitario.
Seguí leyendo:
- Pensar la Argentina: la urgencia del hambre, por Facundo Manes
- Facundo Manes: competir menos y cooperar más para lograr el bien común
- Facundo Manes: el impacto de la crisis en la salud mental
- PAUSA: la aplicación argentina que enseña a meditar
- Conversar: una necesidad urgente y prioritaria de la sociedad argentina
- Facundo Manes: no hay bien común si ganan la grieta, el miedo y la mezquindad
- Facundo Manes: la grieta nos hace menos inteligentes, más pobres y nos deja sin futuro
- Cómo cuidar el medio ambiente: pequeños grandes gestos