Gina es de San Fernando, y la conocí desde que empecé a practicar budismo. Sabía que se dedicaba a la costura, pero nunca había tenido la oportunidad de dialogar con ella sobre lo que hace. Este retrálogo es de esos que nos dejan bien claro que la sonrisa de uno es directamente proporcional con la satisfacción de hacer, o no, lo que a uno le gusta.
A Gina la conozco hace años por la práctica de budismo. Por esa razón fui a su casa y la encontré trabajando en su taller.
Yo: – Gina cómo se denomina tu trabajo?
Gina: – Yo soy costurera tallerista.
Yo: – Es distinto de la costurera a secas?
Gina: – Sí, la que es sólo costurera confecciona, la tallerista arma, a mi ya me viene todo cortado.
Yo: – Entiendo, y hace cuánto que te armaste el taller?
Gina:- Y hace como 7 años.
Yo: – Y es una realización eso para vos?
Gina: – ¡Claro! Desde chica quise tener máquinas!
Yo: – A ver, cómo es eso contame…
Gina: – Y mirá yo soy de Perú, allá yo ya soñaba con eso, a los 18 trabajé en una empresa textil, y fui a un secundario industrial…
Yo: – Mirá vos fuiste a industrial? Generalmente es más de varones el industrial o no?
Gina: – No, este era sólo de mujeres, religioso, y nos enseñaban ese tipo de oficios.
Yo: – Y acá en Argentina hace cuánto estás?
Gina: – Hace 23 años, y mis dos hijos nacieron acá, Gino tiene 21 y Franco 12.
Yo: – Y cómo hacés con todo? Porque este laburo demanda tiempo no?
Gina: – Y sí, es bastante esclavizante, yo me divido entre el trabajo, la familia, la práctica…
Yo: – Contame un poco de la práctica, para los que no conocen.
Gina: – Bueno yo practico el budismo de Nichiren Daishonin, que consiste en la recitación de nam-myoho-rengue-kyo.
Yo: – ¿Y eso qué es?
Gina: – Es un mantra, que al repetirlo te da energía vital.
Yo: – ¿Qué es la energía vital?
Gina: – Es lo que necesitamos para estar bien, para poder organizarnos y aprovechar el tiempo, para ir logrando nuestros objetivos. Yo cuando llego al fin del día y pienso todo lo que pude hacer no lo puedo creer. Mi marido mira lo que voy logrando y se asombra, bueno eso es energía vital. Además participo de reuniones…
Yo: – ¿Qué reuniones?
Gina: – Reuniones de han, en japonés significa diálogo, ahí recitamos ese mantra y estudiamos conceptos del budismo.
Yo: – ¿Y eso vos decís que te ayuda a lograr tus objetivos?
Gina: – Sí claro, en la vida hay que ponerse desafíos e ir detrás de ellos, es la manera en que logramos ser felices. Yo tengo varios objetivos más, que voy a ir logrando de a poco.
Yo: – Gracias Gina, creo que todo lo que me dijiste ya lo habías transmitido con la sonrisa de la foto.
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