Las fiestas del Orgullo están coloreando las ciudades de todo el mundo. Pero la homofobia no cesa, y el abuso de creer que tenés el derecho, por pertenecer a una mayoría, de meterte en las sábanas de cualquiera sigue entristeciendo la vida de mucha gente. El cuestionamiento y la mirada juiciosa sigue vigente aún en las familias, y a veces hasta en los propios padres.
Eso es lo que le ocurrió a Chad, un joven norteamericano que recibió el rechazo de su madre cuando descubrió que era gay. La mujer llegó incluso a echarlo de casa. Pero felizmente alguien le tendió un puente, una mano, un sostén contenedor. Su abuelo le escribió una carta a su propia hija y de a poco cambió la historia. La compartimos.
“Querida Christine,
Estoy decepcionado contigo como hija. Tienes razón en que tenemos ‘una vergüenza en la familia’, pero te has equivocado en cuál es.
Echar a Chad de casa simplemente porque te dijo que era gay es la verdadera ‘abominación’ aquí. Deshacerte de tu hijo, aparentemente, es lo que va ‘contra natura’.
La única cosa inteligente que te he oído decir en todo ésto fue que ‘tú no criaste a un hijo para que fuera gay’. Por supuesto que no. El es así y no eligió ésto, igual que no eligió ser zurdo. Pero tú sí has hecho la elección de ser dañina, estrecha de mente y retrógrada. Así que, ya que estamos en ésto de repudiar a nuestros hijos, creo que este es un buen momento para decirte adiós. Ahora tengo un nieto fabuloso (como dicen los gays) al que criar, y no tengo tiempo para una hija sin corazón.
Si encuentras tu corazón, llámanos.
Papá”.
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en:
Politica de Privacidad