Los vemos a montones en las grandes ciudades de todo el mundo. Personas que pasan sus días sin nada más que unas frazadas raídas para soportar la inclemencia de la noche, sentados en umbrales o en el mejor de los casos en la recova de un viejo edificio. Personas en situación de calle que han perdido o abandonado todo, “ Heridos al borde del camino” como los llaman en la Fundación Camino a Jericó.
Esta Fundación, con el lema “El trabajo dignifica” se propone ayudar a estas personas y para ello creó el Taller San José y el Salón Brochero, dos espacios que buscan reinsertar a las personas en situación de calle por medio del trabajo.
Salón Brochero es el resultado del trabajo de personas que, habiendo estado en situación de calle, fueron recuperando hábitos de trabajo en el Taller San José a partir del estudio y la práctica de distintos oficios, inclusive hasta como un ámbito terapéutico.
Ubicado en el barrio de Boulogne, este Taller se encarga de reciclar, restaurar y crear muebles y objetos a partir de los elementos y mobiliarios en desuso donados por los vecinos de Zona Norte.
Una vez que los muebles están terminados, se ponen en venta en el Salón Brochero, ubicado en Olivos. Con lo recaudado se generan más oportunidades para que las personas en situación de calle logren una calidad de vida digna.
Como la misma Fundación explica, su misión es la de: “Asistir, acompañar y promover a las personas adultas en situación de calle y/o estado de abandono, para lograr juntos la recuperación de su dignidad.”
La Fundación Camino a Jericó (link al sitio web de la fundación aquí) es la continuidad del trabajo iniciado por miembros de la comunidad parroquial de San Pedro y San Pablo de Olivos, quienes ante la realidad social de fines de los 90 pusieron en marcha el Hogar de Tránsito Cura Brochero para personas en situación de calle.
Por entonces el hogar funcionaba solo como un lugar donde la gente que dormía en la calle se acercaba para bañarse, pero con los años se agregaron los dormitorios y la posibilidad de que veinte personas tengan un techo asegurado. Y luego llegaron los espacios de trabajo para seguir bogando por la reinserción de estos “heridos al borde del camino”.
– Salón Brochero
– Taller San José
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