Las buenas noticias deberían expandirse y llegar tan lejos como los horrores del mundo. Milagros de Vedia, una joven argentina que se encontraba de visita en Nueva York, se olvidó en el subte una mochila con 3000 dólares, su pasaporte y su celular.
Cuando pensó que su viaje había pasado del placer al espanto, la sorprendió un golpe de suerte: un policía, a quien un pasajero le había entregado la mochila olvidada, la rastreó por todos lados para devolverle sus pertenencias.
Según cuenta el diario New York Daily News, las jóvenes estaban viajando en el subte con todo su equipaje desde el aeropuerto y, cuando se bajaron para ir al hotel, se dieron cuenta de que se habían olvidado la mochila.
Un pasajero la encontró y se la entregó a un policía, quien revisó el bolso y encontró el celular. Probó hacer unos llamados para intentar localizar a la joven. Logró comunicarse con la hermana, que le avisó a la amiga y finalmente pudieron contactarse con el policía. Dos horas y media después, de Vedia había recuperado sus pertenencias. Es hermoso y alentador que estas cosas pasen.