La mayoría de nosotros escuchamos música en el trabajo pensando que nos ayudará a concentrarnos en lo que estamos haciendo. De hecho, está comprobado que la música puede tener efectos positivos en los procesos creativos. Sin embargo, cuando se trata de aumentar la productividad, escuchar música puede estar generando un impacto negativo.
La manera en que la música afecta nuestra performance en el trabajo ha sido objeto de estudio por más de cuarenta años. Los resultados arrojan que nuestra productividad empeora cuando tenemos música de fondo mientras al llevar a cabo una tarea. Es importante aclarar que se trata de música de ambiente, irrelevante y que estamos ignorando.
Para llevar a cabo el último estudio, se les pidió a los participantes que completaran una tarea simple que consistía en recordar una serie de números o letras en el orden exacto en que los vieron. Muy similar a tratar de memorizar un número de teléfono cuando no tenemos donde anotarlo. En general, las personas logran esto repitiendo los elementos en voz alta o en voz baja. Es más complicado hacer esto si debemos ignorar el ruido de fondo.
La performance es igual de mala aunque a la persona le guste la música que está escuchando
Un hallazgo interesante es que no importa si la persona disfruta o no del sonido. La performance es igual de mala aunque a la persona le guste la música que está escuchando.
La complicación se debe a que estamos intentando retener dos fuentes de información ordenada al mismo tiempo: una de la tarea y otra proveniente del sonido.
Si bien solo debemos retener los caracteres originados en la tarea, el esfuerzo realizado para ignorar la información proveniente de la música impide que lo hagamos.
Un proceso similar se da cuando intentamos leer mientras escuchamos música con letras. En esta situación, dos fuentes de palabras entran en conflicto. Como consecuencia, nuestra productividad disminuye.
Cuando intentamos leer y escuchar música al mismo tiempo dos fuentes de palabras entran en conflicto. Como consecuencia, nuestra productividad disminuye.
Entonces, si la tarea requiere creatividad o algún elemento de rotación mental, entonces escuchar música que a uno le gusta puede aumentar el rendimiento. Por el contrario, si la tarea requiere que uno ensaye la información en orden, entonces es mejor el silencio, o, en el caso de la comprensión de lectura, música tranquila o instrumental.