Como ocurre en casi todas las grandes ciudades del mundo, día a día, en Santiago de Chile también miles de personas caminan una junto a otra sin percatarse de lo que le ocurre a la gente a su alrededor. Y eso puede percibirse claramente en determinados lugares, como por ejemplo en las estaciones de subte, donde lo urgente no da lugar para nada más.
Allí, generalmente los funcionarios de la red son encarados por los pasajeros ante el retraso de un tren o la aglomeración de la gente, en contraste con las veces que reciben los agradecimientos por su labor.
Pero una mujer decidió hacer público su agradecimiento a una jefa de estación que la ayudó a calmar a su hijo autista, quien tuvo una crisis al interior de la Estación El Llano. La historia ha sido aplaudida por usuarios de redes sociales que han compartido el relato más de 27 mil veces.
Todo comenzó cuando Sandy Fredes, madre de un pequeño niño que padece autismo, dio a conocer el hecho ocurrido en la comuna de San Miguel de esa capital. La mujer relató que los traslados y cambios de rutina pueden producir crisis en su hijo y eso fue lo que ocurrió, el pequeño sufrió una descompensación en el lugar.
En un publicación en Facebook, la mujer le agradece a Francesca Vasquez, jefa de estación que no dudo en salir a contener el niño. “Al ver a mi hijo en crisis, quiso ayudar desde el primer momento, preguntándome a cada segundo como podía hacerlo. Me preguntó qué le gustaba, qué podía imprimirle, al final ella… Logró que Martín se calmara aplicando conversa, e imprimió un tren, lo sacó de la crisis y le hizo cariño…” narra la madre.
“Se dió tooodo el tiempo para ayudarme y contenerlo, siempre con una sonrisa de oreja a oreja mientras los demás solo criticaban, de hecho, ella era la más feliz en ver a mi niño calmado” (sic), fue parte de lo señalado por esta madre. Su comentario, que iba acompañado de una fotografía de la funcionaria señalada, que no tardó en viralizarse.
La historia se hizo muy popular en Chile y le llegó hasta a la presidenta Michelle Bachelet, que se unió al agradecimiento colectivo a Francesca Vásquez, la empleada del subte que ayudó a calmar a Martín.
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