Julian Princic es un joven oriundo de la ciudad de Paraná que trabaja como productor de contenidos digitales en TyC Sports. Como muchos chicos, practicó rugby desde niño hasta bien entrada la juventud y tal como él mismo lo cuenta, es “un deporte que me fascina”.
Conmovido por la dramático muerte de Fernando Baez Sosa, el joven que fue asesinado a golpes por un grupo de jugadores de rugby, Julian decidió expresarse. Utilizó Twitter para dejar una reflexión y una serie de ideas que, gracias a lo sentido de su testimonio en primera persona, rápidamente se volvieron virales.
Allí cuenta que su papá fue jugador y entrenador del club en el que él mismo empezó a jugar a los 9 años y que practicó rugby hasta los 20. “En todo ese tiempo, naturalicé un montón de situaciones que hoy percibo dañinas, cobardes, desleales y VIOLENTAS. Una de esas situaciones es la vieja y confiable PELEA BOLICHERA” explica Julián.
Su intención queda bien clara en todo momento. No busca criticar al deporte mismo, sino que lo que expresa es que “El rugby es un deporte hermoso pero hay que LIMPIARLO. LAS AUTORIDADES como la UAR y LOS CLUBES siguen repudiando con cartas los hechos que protagonizan sus deportistas como si fueran casos aislados en vez de asumir que es algo epidémico. Hagan autocrítica. Hagan algo”.
Y concluye: “Estoy seguro que, como así hay muchos retrógradas en cargos importantes, también hay gente con IDEAS NUEVAS y con ganas de cambiar esto. El rugby puede y DEBE sanar”.
Compartimos su hilo de tweets:
Voy a hablar de mi experiencia con el RUGBY, deporte que me fascina, que consumo, que practiqué durante gran parte de mi vida y que, a su vez, veo como un REFUGIO DE HOMBRES que necesitan REAFIRMAR SU MASCULINIDAD constantemente. BAUTISMOS, ABUSOS SEXUALES, PELEAS BOLICHERAS y +
— Julián Princic (@JulianPrincic) January 8, 2020
Mi papá fue jugador y entrenador del club en el que empecé a los 9 años y practiqué hasta los 20. En todo ese tiempo, naturalicé un montón de situaciones que hoy percibo dañinas, cobardes, desleales y VIOLENTAS. Una de esas situaciones es la vieja y confiable PELEA BOLICHERA
— Julián Princic (@JulianPrincic) January 8, 2020
¿Quién no vio alguna vez a un grupo de rugbyers involucrado en un tumulto dentro o fuera de boliche? Yo, varias veces, viví eso desde adentro. Siempre como espectador, algo que me recriminaba en ese entonces. PENSABA QUE ERA UN COBARDE POR NO ANIMARME A PEGARLE A OTRA PERSONA.
— Julián Princic (@JulianPrincic) January 8, 2020
Escuchaba por horas a mis amigos hablar de las batallas libradas; enaltecían las peleas vividas de tal manera que a veces me daban ganas de participar en alguna. Siempre se destacaba la UNIÓN y el TRABAJO EN EQUIPO para combatir, porque esos “son valores del rugby”.
— Julián Princic (@JulianPrincic) January 8, 2020
El objetivo implícito siempre fue causar impacto. Impresionar. Porque las peleas no eran mano a mano en una plaza vacía. Las chicas tenían que verlo. PORQUE LO IMPORTANTE ES CONSEGUIR CHICAS. Es una de las metas que nadie te enseña como meta pero que sabés que está.
— Julián Princic (@JulianPrincic) January 8, 2020
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