La pareja de baile formada por Cinthya Tomino y Florencia Da Luisio se presentará en la categoría Pista con la idea de derribar prejuicios y abrir las mentes e inspirar a otros, en un ámbito históricamente varonil. Amigas desde hace trece años, se conocieron en el ballet para niños y adolescentes de su ciudad natal, Colón, en la provincia de Buenos Aires.
“Decidimos bailar contra el machismo. Hace un tiempo logramos trabajar sin hombres. Al bailar el tango se piensa que el hombre guía; es machista el mundo del tango. Es un reflejo de la sociedad, es patriarcal”, señalaron
Este año compiten juntas por primera vez, aunque su experiencia en milongas, exhibiciones y demás certámenes ya es amplia y prestigiosa. Esta vez, lo hacen en la categoría pista. Sin embargo, no son las primeras que deciden bailar con una compañera del mismo sexo: ya desde 2014 hay parejas que lo hacen.
🎼 ¡Están todos invitados a bailar en #TangoBA!
Vení a disfrutar de las clases de #tango pensadas para todos los niveles y todas las edades.
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“La primera vez que vi bailar tango fue en ese ballet en Colón”, recuerda Florencia. “Me parecía que era algo que podía hacer. No lo vi como algo de grandes sino como algo más adolescente. Y ahí conocí a Cynthia, que iba a clases desde chiquita y ya bailaba muy bien”.
Las bailarinas contaron que el habitual rol del hombre como conductor es lo que le otorga el poderío, lo que se ve reflejado en los códigos de la milonga. “Las reglas del baile le dan un cierto poderío al hombre y hace que se expanda el machismo en la sociedad. Hay milongas muy tradicionales, donde las mujeres están por un lado y los hombres por otro. Sin embrago, también hay un movimiento grande de milongas en donde se puede bailar en el rol que se desee”, explicaron.
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“Como yo era la más alta de la clase -interviene Cynthia-, muchas veces faltaban varones y me pedían que hiciera yo ese papel. Y así le agarré el gusto al rol de liderar en una pareja que baila tango”.