El cantautor Horacio Guarany murió este viernes en su casa de Luján a causa de un paro cardiorrespiratorio.
En esa ciudad, donde residía en una chacra llamada Plumas Verdes muy cercana a la Basílica, será velado. La noticia de su fallecimiento fue confirmada en Twitter por su representante, Rubén López.
Guarany tenía 91 años, y había construido una importante carrera artística, siendo uno de los grandes referentes del folclore argentino. En 1985 lo entregaron el premio Konex de Platino, por considerarlo el cantante más importante del folclore nacional.
El folclore puede empezar a definirse a través de los clásicos de Guarany, como “Si se calla el cantor” -su canción emblemática-, Guitarra de medianoche, Milonga para mi perro y Regalito, entre muchas más.
Guarany solía acercar declaraciones muy particulares y dijo sobre una distinción que le habían propuesto:
“Me provoca mucha vergüenza. El único homenaje que vale es el que me hace el pueblo, llenando plazas, clubes, teatros, durante más de 60 años. Rechazo los homenajes”
También incursionó en el cine, con Argentinísima, de 1972, Si se calla el cantor, un año más tarde, y La vuelta de Martín Fierro, en 1974. Casi cuatro décadas más tarde volvió a la pantalla grande con El grito en la sangre, basado en una novela suya, Sapucay.
En los últimos días, su heredero musical, Osca “El Chaqueño” Palavecino había comentado que hacía tiempo que no podía verlo ya que estaba recluido en su morada de Luján.
Guarany decía que su aporte a la música era nulo. Y sin embargo, Argentina despide hoy a uno de sus músicos más trascendentes.