Jugar a las escondidas con los amigos es algo que muchos han soñado con volver a hacer algún día, desde que abandonaron “la práctica del juego”, allá lejos, cuando salían de la infancia.
Pero ahora, quien esté dispuesto a esconderse y librar a los compañeros tiene la oportunidad de hacerlo. Solo hace falta juntar 5 amigos, 25 Euros, armar una estrategia de juego y podrá volver a divertirse jugando a la escondida entre las ruinas de un pueblo abandonado en Italia.
La séptima edición del Campeonato Mundial de la Escondida, el Nascondino World Championship, se va a llevar a cabo entre el 3 y 4 de septiembre en Consonno, ex tierra de juguetes, ahora ciudad fantasma (a 10 km de Lecco y a 40 km de Bérgamo, Milán y Monza).
Allí, entre el verde del campo de juego y los restos de ese pueblo abandonado se enfrentarán 64 equipos (la inscripción está abierta), divididos en 4 grupos, de los que emergen 16 finalistas y un equipo ganador que se llevará “la hoja de parra de oro”, el ansiado premio a los Campeones Mundiales de la Escondida.
El Nascondino World Championship nació en Bérgamo en 2010, a partir de una idea de la revista CTRL. Este es el primer y único campeonato de escondidas en el mundo.
Mientras que en esa primera edición solo participaron 15 equipos, hoy se espera que los anotados sean 64 equipos. El número puede servir para sustentar la tal vez no tan descabellada idea de la universidad japonesa Josai de que las escondidas sean un juego olímpico en Tokyo 2020.
La escondida es un juego practicado desde los albores del tiempo en todos los rincones de la Tierra. “El juego más popular en el mundo merece su Campeonato Mundial y todos los adultos merecen una escapada de un fin de semana para jugar a esconderse y buscar escondidos.”
A la base del juego se le suman algunas reglas para hacer que el campeonato tenga varias etapas, además de dos referís y un coordinador para controlar. Mientras un equipo neutral (formado por jugadores de rugby y fútbol americano) cuenta durante 60 segundos, una persona de cada equipo se esconde. Los escondidos tienen diez minutos para correr hacia “la casa” sin que los atrape alguien del equipo buscador. Luego le toca a otro representante de cada equipo.
Consonno, el lugar elegido en esta oportunidad para llevar a cabo el Campeonato está situado en el Monte Brianza y es famoso por ser una de las ambiciones empresariales más descabelladas de mitad del siglo pasado del Conde Mario Bagno, quien pretendía crear su “Las Vegas de Lombardía”.
Se construyeron un minarete, una pagoda china, un salón de baile, un motel y otros lugares para la recreación de la burguesía lombarda. Lamentablemente para sus deseos, un par de años después de ser construidos, un deslizamiento de tierra golpeó la zona dejando los lugares de entretenimiento de la ciudad en estado calamitoso. El proyecto fracasó. Ahora en Consonno permanecen en pie una serie de edificios decadentes y el cartel que está en la entrada: “En Consonno siempre es día de fiesta”.
Podrán corroborarlo los participantes de este Mundial de Escondidas. Van a divertirse como chicos una vez más. Y serán los actores de este extraño giro del destino que puso los sueños del Conde casi donde él lo quería.