La Bombonera queda chica. Esa es una realidad que preocupa a los dirigentes de Boca Juniors, que desde hace años vienen pensando alternativas para agrandar el estadio.
Como parte de sus vacaciones en Argentina, Tomaz Camernik, colega y discípulo esloveno de quien alguna vez diseñó La Bombonera hace 77 años, se reunió con Daniel Angelici, presidente del club, más algunos de sus allegados para entregar una nueva versión de proyecto de ampliación del estadio.
El arquitecto, que en su momento había planteado la opción de construir una tercera bandeja por encima de los palcos, opción que fue inmediatamente rechazada, elaboró una nueva propuesta para el club, con una alternativa que además de desafiar a la ingeniería, conectaría el estadio con el barrio y le permitiría albergar hasta 60.000 espectadores sentados.
Según Camernik el estadio es una “obra maestra de los 40 que aún “no fue terminada”, por lo cual dentro de sus planteamientos, se asegura de remarcar la opción de remodelar las instalaciones e instalar paneles solares en cada butaca, dejando así la posibilidad abierta de convertir al Alberto J. Armando, en el primer estadio del mundo en producir el 100% de la energía que consume.
Tal y como reveló Angelici más adelante, la decisión no depende de la Comisión directiva y se planea abrir un plebiscito para que lo voten sus socios
Sería una decisión de todos: para los fanáticos de Boca, la Bombonera es un espacio cargado de identidad y por eso la propuesta de construir una nueva cancha, había sido criticada por muchos hinchas:
Abandonar la Bombonera implicaría dejar atrás la mística y la pasión que la caracterizan
El proyecto implica quedarse donde están y continuar las tres bandejas en el sector donde hoy se encuentran los palcos. A través de un innovador diseño, estas tribunas se situarán por sobre la vereda, la cual se convertirá en un paseo peatonal con negocios, bares y restaurantes.
De esta manera, no habrá que demoler las casas de las manzanas linderas a la Bombonera
El objetivo es generar una continuidad entre la vieja y la nueva construcción, con el mismo material y los mismos colores que las actuales tribunas, respetando también la fachada.
Desde las nuevas bandejas, se podrán ver desde más cerca a los jugadores y las medidas del campo de juego, solo se achicarán dos metros.
El estadio pasará de tener 50 mil a 70 mil localidades para espectadores sentados
El costo del proyecto es de 50 millones de dólares, los cuales el club podría afrontar sin la necesidad de pedir un préstamo.
La construcción demandaría entre seis meses y un año, tiempo en el cual Boca no debería resignar la localía
“Es más escultura que arquitectura. Para mí, la Bombonera es primero un monumento, legado, historia, pasión, y la gente se identifica con ella. Recién después es un estadio”, dijo Camernik, quien ya es un hincha fanático más del “Xeneize”.
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