No lo contó Messi, sino un compañero de equipo. El futbolista Iván Rakitic contó intimidades de su vida en Barcelona y, en ese marco, se le escapó una anécdota de Lío que nadie conocía. “Con los vecinos no he tenido ningún problema. No como Messi en Castelldefels. Tuvo que comprarle su casa a los vecinos porque eran ruidosos y así poder estar solo”, confesó.
El hecho ocurrió en 2013, cuando el argentino adquirió una casa lindera a la suya en el coqueto barrio de Castelldefels. La crisis que vivió España por entonces puso en aprietos a sus vecinos, quienes no pudieron hacerle frente a la hipoteca y decidieron ofrecérsela a Lio. Primero rechazó la propuesta, pero los vecinos empezaron a alquilar habitaciones de la propiedad y comenzaron a rotar por allí curiosos y personajes de todo tipo. Los ruidos molestos se multiplicaron. Messi intentó construir una medianera que aislara el problema, pero lo acusaron de quebrar normas urbanas de la zona.
Finalmente, su abogado se puso al frente de las negociaciones y cerró el acuerdo con los vecinos, quienes recibieron alrededor de un millón de euros a cambio de la venta de su casa.
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