China quiere ser una potencia mundial en todos los aspectos y los deportes no son la excepción.
Y por supuesto, el futbol ha sido uno de los primeros ámbitos deportivos donde la economía planificada del régimen comunista chino ha puesto su ojo, considerando especialmente que éste es el deporte favorito del presidente Xi Jinping.
Lo cierto es que China ha lanzado un programa a largo plazo cuya meta es que la selección nacional china se haga un lugar “entre los mejores equipos del mundo hacia 2050″, según explica uno de los documentos que apuntalan este ambicioso proyecto elaborado por la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal órgano de planificación económica de ese país asiático.
Para iniciar este proceso, el primer objetivo del plan está previsto para el año 2020 y el proyecto se centrará en el desarrollo del futbol en las escuelas. El número de escuelas con fútbol como una especialidad deportiva curricular llegará a 20.000 y habrá más de 30 millones de estudiantes de primaria y secundaria que practiquen este deporte, según estiman los hacedores de la planificación. Además, el plan prevé la construcción de 70.000 canchas de futbol en todo el país.
Durante la segunda fase del plan, prevista entre 2021 a 2030, deberá haber una cancha cada 10.000 habitantes. Para ese momento China se centrará en conseguir que su selección de fútbol femenino vuelva a posicionarse como uno de los mejores del planeta (en 1999 logró el subcampeonato mundial aunque luego decayó su protagonismo hasta hacerse intrascendente) y que la selección masculina sea por lo menos una de las más importantes de Asia.
Y para coronar este ambicioso proyecto, la tercera etapa se desarrollará en el período comprendido entre 2030 y 2050 para el cual China se plantea que tanto la selección femenina como la masculina estén preparadas para competir de igual a igual con las potencias futbolísticas europeas o sudamericanas, teniendo como punto final el año 2050, cuando ambas selecciones tendrían que haber conquistado sus respectivos mundiales.
“El proceso ya ha comenzado. El año pasado, el gobierno chino anunciaba un plan para construir la mayor economía deportiva del mundo. La meta es que su valor sea de 782.000 millones de euros en 2025 y pujar, ganarse el derecho de ser el anfitrión y después ganar la Copa del Mundo”, reflexiona Simon Chadwick, profesor de Empresa Deportiva de la Universidad de Salford en Manchester en una conversación que tuvo con el periódico español El Mundo.
Este crecimiento del fútbol en el país asiático ha hecho hablar al sueco Sven Goran Eriksson, quien actualmente se encuentra entrenando al equipo Shanghai SIPG, quien expresó que China será capaz de competir para ganar el Mundial de fútbol de aquí a diez años.
“De aquí a 10 o 15 años, estoy seguro de que la selección china estará compitiendo para ganar el Mundial”, declaró el ex seleccionador de Inglaterra.
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